"Es nuestra luz y no nuestra oscuridad lo que en realidad nos asusta" .- Un viaje a través del miedo.

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"Es nuestra luz y no nuestra oscuridad lo que más nos asusta".

La primera vez que leí esto pensé guao, cuantas veces optamos por quedarnos detrás del escenario por miedo a brillar, cuántas veces hemos decidido confiar cosas que somos capaces de realizar a otro porque creemos que lo harán mejor, nuestra confianza en nosotros ¿Dónde quedó?, escondida detrás de alguien que dijo que no podíamos?, o detrás de nuestros propios miedos?

Hoy estuve viendo una película llamada un viaje a través del tiempo y en mi caso fue una respuesta a muchos de los que considero mis problemas. Existen circunstancias llenas de frustración, de miedo, de inseguridad, de incertidumbre…Creo que uno de los miedos más grandes de todos es simplemente no saber, no poder controlar lo que pasa, como ocurre, como nos afecta.. Y momentos como estos a centenares...

Pero la realidad es que ese control que creemos tener nunca tuvo pilas, nos arrojó falsos positivos, nos hizo creer el poder de lo que pasa recae sobre nosotros…y no es así, ¿Imagina querer controlar lo incontrolable?, querer solucionar lo que quizás nunca encuentres solución, querer encontrar la respuesta a preguntas que nos encierran en un círculo de sufrimiento, y no nos permite comprender que realmente el Para qué estamos donde estamos, en este momento de alguna manera tiene un propósito quizás no el que esperamos, pero si el que será más sanador, nos hará más sabios, y nos permitirá cambiar el rumbo de nuestra vida a nuestro favor

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"Las heridas es el único lugar a través del cual pasa la luz – Rumi."

De no sentir nuestras heridas no podríamos permitirnos el ser sanados, el ser conscientes de nuestros miedos, el dejar de usar máscaras para evitar sentir lo que una vez nos hizo daño, el vivir eso de nuevo nos permite ser más conscientes de nuestro propio poder, de saber que sin importar lo que ocurra allá fuera, yo controlo lo que pasa aquí adentro…Somos transductores de nuestra realidad , nosotros elegimos en qué tipo de energía queremos convertir esa circunstancia…

Hoy, tras una serie de eventos en la semana me preguntaba ¿De qué va la inseguridad?, a veces siento que constantemente estamos intentando cambiarnos, intentando ser distintos, tengo que tener el cuerpo “de tal forma”, y cuando lo tenga seré feliz, tengo que trabajar duro para vestirme de cierta manera y cuando lo logre seré feliz, cuando pueda hacer determinadas cosas seré feliz, ¿Y si esas cosas nunca llegan, o nunca pasan?

_ ¿Y si el único momento que tenemos es ahora? , llevar una vida sufriendo, para obtener eso, hacemos una caminata a una montaña empinada, para que al llegar a la cima nos cuenten que había otra mucho más bonita y que esa si nos dará felicidad y nos encarrilamos nuevamente a esa infinita búsqueda de algo… lo que nos permitirá llenar ese “vacío” nos contaron siempre sobre las cosas que debíamos hacer para lograr la felicidad, y que mientras esa felicidad siempre sería a medias, “La felicidad no es completa”, pero ¿y si en realidad lo fuera? Y si nos liberáramos de los juicios, y si hoy te miras al espejo y te das cuenta que tal cual eres ahora es lo más perfecto del mundo, porque en ti se expresa la infinitud del universo, en un viaje en el tiempo en un momento de incertidumbre de Meg de no sentirse suficiente, la Sra Cuál calma sus pensamientos diciéndole “Imagina todos los eventos del universo que tuvieron que suceder para que pudieses estar aquí, la cantidad de cuidados que se te ameritaron para que pudieras hacer presencia en este mundo, ¿Cómo no vas a apreciarlo?”, ¿Cómo tú no vas a apreciarlo?..._

Las personas que tengan que estar con nosotros lo estarán, no porque elijamos hacer o dejar de hacer cosas por ello, no necesitamos alcanzar cosas, ya somos suficientes, y nos debemos a nosotros mismos el considerarnos como tal.

Nadie dijo que es un proceso fácil, no es algo que pueda ocurrir de un día para otro, amerita de ovarios (y cojones) ser fieles a nosotros mismos, amerita superar miedos, amerita enfrentar circunstancias que nos asustan, amerita vivirlas hasta 10 veces hasta que a la siguiente vez que nos ocurra, digamos “me vale madres ya lo he vivido lo suficiente y ya no siento miedo”… Amerita llorar a mares si es necesario, amerita sentir rabia, amerita desahogarnos, inclusive amerita llegar al punto en que quizás sintamos que no podamos más, pero es allí cuando encontramos nuestra propia fortaleza y nos damos cuenta que somos capaces de mucho más de lo que creíamos, de que esa “mala situación” fue el mayor regalo que el Universo pudo darnos, porque es allí donde nos damos cuenta que sí podemos, y que si estamos aquí es porque podemos lidiar con todas las situaciones que se nos presenten.