Existen películas que al verlas nos causan emociones que nos erizan la piel, nos sacan lágrimas, nos hacen reflexionar por la buena forma como está plasmada la historia, sus protagonistas y escenarios. Es frecuente escuchar cosas como "cada vez que veo esa peli me pongo a llorar" y otras frases que hacen alusión a lo emotiva que es una cinta.

Sin duda, quisiéramos nunca olvidar el film pero a su vez desearíamos revivir las mismas intensidades de las sensaciones como cuando la vimos por primera vez. Esto me ha ocurrido con muchas producciones cinematográfica, casi todas pertenecientes al género bélico y que se basan en hechos verídicos.

En esta oportunidad voy a hablarte de El Pianista, estrenada en el año 2008 y que fue magníficamente dirigida por Roman Polanski. En ella se nos narra la tragedia y fortuna de Władysław Szpilman, quien es un conocido pianista del gueto de Varsovia.

Desde principio a fin es una historia con muchos clímax por tratarse de la cruda realidad que afrontaron los judíos durante la Segunda Guerra Mundial y en esta vemos una actuación memorable de Adrien Brody, en un rol que te emocionará, te hará llorar y que te dejará muchos sentimientos encontrados por la inmediata empatía que desarrollarás con el protagonista.

Lo que me gusta de este film es que es sencillo en cuando a efectos especiales, edición y la banda sonora (en su mayoría es mpusica del pianista) y pese a eso hay un suspenso permanente sobre aquella tétrica realidad y siempre que veo esta película, resulto hipnotizado por su melancólica trama.

Si ya la viste, déjame tu opinión en los comentarios y si no la has visto, de verdad te recomiendo que la busques y te la disfrutes.

Fuente de la Imagen