Conociendo el Ávila (Waraira Repano)

Fue fundada con el nombre de El Ávila el 12 de Diciembre de 1958, luego de incorporar tierras adicionales a la gran extensión de montañas este fue cambiado mediante decreto presidencial a Parque Nacional Waraira Repano el 07 de Mayo de 2010. La vegetación es muy boscosa y pueden llegar a observarse ecosistemas de sabanas, selvas de galería, selvas tropófilas, bosque xerofítico, bosques nublados y subpáramos, además de presentar una flora que esta constituida por especies de árboles y arbustos como el Copey, el palo de vaca, el cacaíto, rosa del Ávila, incienso, araguaney, cariaquito, bucare, indio desnudo. Gran variedad de epífitas como musgos, helechos, orquídeas, begonias; gramíneas tales como el gamelote y el capim melao y finalmente una fauna abundancia de especies de avifauna local y migratoria, tales como la guacharaca, querrequerre, paraulata, perdiz, especies de mamíferos bajo condición de vulnerabilidad y otras, como la ardilla, cachicamo, venado matacán, báquiro, puma, jaguar, cunaguaro, comunidades de reptiles, como la tragavenado y la cascabel. Todo esto lo podemos encontrar en este parque.

Enero, una mañana fría con un tiempo nublado fue la bienvenida del día en que decidimos conocer el Ávila, esperábamos con ansias que en el transcurso del día el sol saliera y nos arropara con su calor. Desde muy temprano mi familia y yo alistamos todo entre eso nuestro almuerzo y merienda, nos transportamos en metro y esto es algo totalmente nuevo para mí, ya que en mi ciudad no tenemos ese medio de transporte, con muchos nervios logré pasar eso muy bien, ya que eran muchos los relatos que me comentaban sobre los desorden que se presentan en ese lugar, además debo resaltar que nuestra salida fue un domingo y el colapso de personas era menos (Gracias a Dios).

A nuestra llegada nos encontramos con un letrero enorme con la palabra Venezuela, lo cual es lindo para tomarse algunas fotografías y dar un breve respiro antes de ingresar al área de abordaje, luego pasamos a tomar nuestro vagón, debo admitir que sentí un pánico horrible, caso contrario a lo que viví en Mérida en su teleférico hace algún tiempo, así subimos y solo nos llevó 20 minutos aproximadamente.

Mi familia una vez que llegamos a la estación final, aquí pudimos recorrer el lugar y disfrutar de un buen espectáculo; además de las comidas y meriendas que se encuentran en sus alrededores los cuales los puedes comprar directamente en los quioscos. Nuestra caminata fue larga y muy vistosa, además del rico frío que estaba pegando, luego de ese momento pudimos bajar a Galipán, un pueblo cercano donde se puede admirar muchas flores y artesanías, también las muy ricas fresas con cremas.

Una de las cosas que más me gusto fue encontrar personajes en el recorrido, mucho de ellos con obras teatrales y misiones para atraer el público. Me siento realmente satisfecha de poder conocer este rincón de Venezuela, con mucha historia y cosas para el disfrute familiar, todas estas personas que encontré en el camino me hicieron reflexionar acerca de la vida del venezolano, ya que somos personas muy trabajadoras y humilde que salimos adelante con lo poco que tenemos, pienso que todo trabajo es bueno y más cuando llevas sonrisas a las personas.

Mi visita fue sin duda alguna una de la más bonita en la capital, en ese lugar se respira aire fresco y eso relaja, me encanta poder conocer cada uno de los rincones de mi país Venezuela. Esta es solo una parte de las fotos que pude tomar en el recorrido, ya que la mayoría del tiempo estuve compartiendo con la familia, igualmente agradezco a Dios y la madre naturaleza por hacer de este lugar la maravilla que representa.

Las fotografías son de mi propiedad, tomadas con mi cámara Lumix DCM-LS, Panasonic