Blog: "La juventud"

Como dije en mi primera publicación, soy educador, es decir docente de educación secundaria, por lo que mi trabajo se basa en ayudar a educar a jóvenes entre los 11 y los 17 años de edad en asignaturas que les sirva para su desenvolvimiento tanto académico como personal.   

Y debo decirlo no es siempre tarea fácil, algunos tienen la idea de que un docente es aquel que se dedica a dar órdenes en un aula de clases y que los demás deben obedecer sin chistar y tratar de aprender todos esos contenidos que les dan, algunos de los cuales podrían ser considerados inútiles o innecesarios, pero eso no es del todo cierto. Si, en ocasiones es necesario explicar teorías que a pesar de lucir aburridas y pocos productivas los jóvenes necesitan conocer, comprender, analizar, para que en su futuro casi de manera desapercibida lo pongan en ejecución.   

Pero lo mejor de trabajar con jóvenes no es solo el hecho del trabajo en sí, es el poder departir con ese futuro que se avecina, es estar a la corriente de todas aquellas tendencias que a quienes no estamos en la adolescencia solemos pasar por alto, y no me refiero solo a las tendencias musicales, televisivas, de las redes sociales o de la moda de turno, sino también en lo que podría deparar a nivel político, social o religioso, el escuchar esas opiniones a veces mal explicadas pero con una idea que se puede llegar a plantear, me dan a entender como se ve el mundo según su punto de vista y así tener una idea del que podría ser.   

Sin embargo, lo que más me agrada de mi trabajo es esa energía que la juventud puede transmitir, las risas, la curiosidad y el ímpetu que solo se puede encontrar en los adolescentes y que nosotros (los adultos de hoy) debemos alimentar para que cuando sea su turno de guiar a las próximas generaciones lo hagan de la manera correcta sin perder ese cariño y respeto a los jóvenes.    Porque algunos ya lo fuimos, otros lo son y otros lo serán, aunque eternamente debemos ser jóvenes del alma.   

Atentamente:

.-Oscar Jesús Martinez