El 389 en las grandes.
En el béisbol, llegar a grandes ligas no es cuestión de solo jugar bien, tener la suerte que te firme un equipo profesional, y listo, tienes el futuro hecho. Llegar a las mayores es un trabajo de años, de comenzar desde muy chamo a sacrificar las cosas que gustan a los jóvenes por un bate, un guante y una pelota. Es trabajar como un adulto a muy temprana edad, tener la responsabilidad de querer salir adelante por un objetivo siendo aún un niño. Al final cuando alcanzas el norte, disfrutaras de las maduras con todo el gusto del mundo.escasez
Saludos mis steemados, un abrazo fuerte para todos, con el incentivo moral que les envió para seguir trabajando en el planeta steemiano. Si recuerdan, hace algunos post atrás les conté con mucha alegría de un jovencito conocido, que logró subir un peldaño muy importante en su joven carrera beisbolista, logrando firmar con dos equipos de gran trayectoria peloteril. Para el béisbol venezolano, el equipo que puso sus ojos en él fue el Navegantes del Magallanes, para las grandes ligas lo amarró para el futuro el equipo Medias Rojas de Boston. Hoy les traigo una historia parecida. Espero que la disfruten.escasez
En la zona donde vivo, no se da mucho la firma de jóvenes promesas, por la escasez de jóvenes peloteros y por la distancia que hay entre las principales ciudades con academias o granjas de béisbol a nuestra ciudad. Las familias de estos jóvenes que tienen el don para este deporte, deben hacer un sacrificio grande para llevar hasta estos sitios a sus muchachos, mostrarlos a ver si gustan y logren sus objetivos deportivos. En los últimos tiempos hemos tenido un discreto aumento de firmas de estos jóvenes con respecto a años pasados.
Hoy el caso es muy especial.
Cerca de nuestra ciudad, San Fernando de Apure, se encuentra Camaguán, un poblado pequeño del estado Guárico. Aquí se juega buena pelota, pero los jóvenes que van apareciendo en la urbe beisbolera deben trasladarse hasta la ciudad de Calabozo o hasta aquí para dar sus primeros pininos competitivos.
Allí en Camaguán nació un chamo llamado José Gregorio Castillo, como muchos venezolanos vino al mundo con la pelota en la cuna. Se vino hasta San Fernando a jugar pelota desde preinfantil, consiguiendo desarrollarse como picher de buen nivel. Llegando su tiempo de categoría junior, empezó el trabajo de mostrarse entre los distintos scout captadores de talento. Los Mantarayas de Tampa Bay le dan la oportunidad y lo mandan a su sistema de granjas, haciendo el trabajo por los dos primeros años. El muchacho cubre las expectativas pero no logra convencer en su totalidad a la gente de este equipo, por lo cual lo cambian a los Padres de San Diego, que le da un bono millonario creyendo en las capacidades deportivas del chamo.
Que les puedo decir, el muchacho de Camaguán explotó, sus lanzamientos subieron la velocidad de 88 m/h a 96 m/h. perseveró en sus entrenamientos, fue fiel a su rutina y un esclavo de la pelota. En el 2106 jugó con el Navegantes del Magallanes, dejando grata impresión entre los conocedores y los fanáticos del béisbol. Tras su excelente actuación con este equipo, fue llamado a jugar en el clásico mundial del 2017, y aquí no fue la excepción de sus buenas actuaciones, siendo el mejor picher en ese campeonato, según los números.
Comenzando la temporada de las grandes ligas del 2018 el equipo de San Diego incluye a este chamin al roster de 40 y lo invitan a los campos de entrenamientos de primavera.
Esto es una medida de protección de los jugadores, que los equipos hacen para evitar que los peloteros vayan a parar a otros equipos.
Cuando el equipo hace esto con sus peloteros, es porque creen que el pelotero puede llegar a ser grandes ligas en un futuro cercano. Así fue, cuenta el mismo muchacho que recibió la llamada a las dos de la mañana, del 1 de junio para que se incorporara al equipo grande.
Debutó el día dos de Junio contra el equipo de Cincinnati, nada menos contra el veterano Joey Votto, al cual ponchó con una slider de 84 m/h. llenándose de júbilo y Dándole esa alegría a su familia, su pueblo de Camaguán, a sus amigos y compañeros de San Fernando, que apoyan su carrera a la distancia.
El Junior Castillo, se convirtió en el venezolano número 389 en jugar béisbol de grandes ligas. Mucha salud, constancia, sabiduría y suerte para este joven en su carrera deportiva.
A ustedes mil gracias por leer. Un gusto escribir para todos, feliz y deportivo día.
No sé mucho de beísbol, ni si quiera sé si en mi país se practica jajaja, todo es futbol o voleybol. Muy al margen de eso, me alegra saber que estos jóvenes están cumpliendo poco a poco sus sueños. Gracias por compartirlo :D
Ja ja ja ja ja, si amiga Raquel. En Perú se vive es puro fútbol, cero béisbol. Con este éxodo de venezolanos a toda América, seguro habrá una mezcla. los venezolanos llevan el béisbol y traen fútbol.
Mucha suerte a todos los peruanos en Rusia 2018. Saludos