EL ÁNGEL DEL GUETO DE VARSOVIA
En el caos de un país en guerra y una población destinada a la muerte, miles de vocaciones se encendieron, este fue el caso de Irena Sendler: una enfermera y trabajadora social polaca católica que salvo a más de 2500 niños durante la segunda guerra mundial, niños condenados a ser víctimas del holocausto.
En el caos de un país en guerra y una población destinada a la muerte, miles de vocaciones se encendieron, este fue el caso de Irena Sendler: una enfermera y trabajadora social polaca católica que salvo a más de 2500 niños durante la segunda guerra mundial, niños condenados a ser víctimas del holocausto.
Irena era enfermera en el departamento de bienestar social de la ciudad de Varsovia, departamento encargado de los comedores comunitarios de la ciudad. Estos comedores no solo proporcionaban comida para pobres, ancianos y huérfanos sino que también entregaban ropa, medicinas y dinero.
Irena era enfermera en el departamento de bienestar social de la ciudad de Varsovia, departamento encargado de los comedores comunitarios de la ciudad. Estos comedores no solo proporcionaban comida para pobres, ancianos y huérfanos sino que también entregaban ropa, medicinas y dinero.
En 1942, con la creación del gueto de Varsovia, Irena horrorizada por las condiciones en que allí se vivía, se unió al consejo para la ayuda de los judíos.
En 1942, con la creación del gueto de Varsovia, Irena horrorizada por las condiciones en que allí se vivía, se unió al consejo para la ayuda de los judíos.
Dentro del gueto, con un brazalete con la estrella de David para no llamar la atención, visitaba hogares judíos para ofrecerse a llevar a los niños fuera del gueto, esto sin darles garantías de éxito muchas de las madres se negaban a dejar a sus hijos. El 1942, con la evacuación del gueto, Irena y sus colaboradoras habían rescatado más de 2500 niños por distintos caminos: comenzó a sacarlos en ambulancias como víctimas de tifus, pero pronto se valió de todo tipo de subterfugios que sirvieran para esconderlos: sacos, cestos de basura, cajas de herramientas, cargamentos de mercancías, bolsas de patatas, ataúdes.
Dentro del gueto, con un brazalete con la estrella de David para no llamar la atención, visitaba hogares judíos para ofrecerse a llevar a los niños fuera del gueto, esto sin darles garantías de éxito muchas de las madres se negaban a dejar a sus hijos. El 1942, con la evacuación del gueto, Irena y sus colaboradoras habían rescatado más de 2500 niños por distintos caminos: comenzó a sacarlos en ambulancias como víctimas de tifus, pero pronto se valió de todo tipo de subterfugios que sirvieran para esconderlos: sacos, cestos de basura, cajas de herramientas, cargamentos de mercancías, bolsas de patatas, ataúdes.
Los nazis supieron de sus actividades. El 20 de octubre de 1943, Irena Sendler fue detenida por la policía secreta oficial de la Alemania Nazi y llevada a la prisión de Pawiak, donde fue brutalmente torturada. En un colchón de paja encontró una estampa de Jesús Misericordioso con la leyenda: “Jesús, en ti confío”, que conservó consigo hasta el año 1979, momento en que se la obsequió a Juan Pablo II.
Fue sentenciada a muerte. Mientras esperaba la ejecución, un soldado alemán se la llevó para un "interrogatorio adicional". Al salir, le gritó en polaco "¡Corra!". Al día siguiente halló su propio nombre en la lista de los polacos ejecutados. Los miembros de Zegota habían logrado detener la ejecución sobornando a los alemanes, e Irena continuó trabajando con una identidad falsa.
Fuente
Fue reconocida como Justa entre las naciones y se le otorgó la más alta distinción civil de Polonia al ser nombrada dama de la Orden del Águila Blanca, murió el 12 de mayo de 2008 a los 98 años.
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@pmpy
Los nazis supieron de sus actividades. El 20 de octubre de 1943, Irena Sendler fue detenida por la policía secreta oficial de la Alemania Nazi y llevada a la prisión de Pawiak, donde fue brutalmente torturada. En un colchón de paja encontró una estampa de Jesús Misericordioso con la leyenda: “Jesús, en ti confío”, que conservó consigo hasta el año 1979, momento en que se la obsequió a Juan Pablo II.
Fue sentenciada a muerte. Mientras esperaba la ejecución, un soldado alemán se la llevó para un "interrogatorio adicional". Al salir, le gritó en polaco "¡Corra!". Al día siguiente halló su propio nombre en la lista de los polacos ejecutados. Los miembros de Zegota habían logrado detener la ejecución sobornando a los alemanes, e Irena continuó trabajando con una identidad falsa.
Fue reconocida como Justa entre las naciones y se le otorgó la más alta distinción civil de Polonia al ser nombrada dama de la Orden del Águila Blanca, murió el 12 de mayo de 2008 a los 98 años.
Fue reconocida como Justa entre las naciones y se le otorgó la más alta distinción civil de Polonia al ser nombrada dama de la Orden del Águila Blanca, murió el 12 de mayo de 2008 a los 98 años.