A veces realizamos acciones, conscientes de las consecuencias que tendrán. Sin embargo, saberlo no nos frena y cometemos el acto sin siquiera reflexionar al respecto. Luego de eso la mente confirma los rumores que iban de aquí para allá entre sus cuatro paredes, seguido de esto el dolor se estanca, y la vida continua; pero lo hace de manera implacable, dejando tras de sí, el recuerdo de lo que fue, arrastrando las memorias de un pasado marcado por las decisiones que llegamos a tomar antaño.
Muy bueno tu poema hermano. Eso de allá arriba solo son divagaciones que nacen tras leerte, no prestes mucha atención a ello.
Saludos.
Si, puedo entender lo que dices hermano, tranquilo, no son divagaciones para mí porque es precisamente lo que quería exponer en el poema. Nos cegamos con ciertas cosas y olvidamos que todo lo que tenemos ya estaba a nuestra lado, pero por culpa de ciertos factores (necedad o cualquier cosa por el estilo) nos conlleva a un final detestable, y nos volvemos masoquistas.
Gracias por pasarte a leer, te mando mis mejores vibras. Saludos.