No se si llamarle vivir o sobrevivir, el caso es que mi país podría ser el escenario del caos de cualquier película de Tarantino, así como lo leen, en Venezuela muere a cada minuto una persona por inseguridad o salud, esto es un tema que parece no haberle tocado la fibra al mundo, aun siento que nos ignoran en el mundo, pues como no, al fin de cuentas solo somos otro país con cifras rojas de tantos que existen. ¿En que nos diferenciamos?.

La dictadura sangrienta

Si alguna vez han visto alguna película de Tarantino me van a entender, no hay escrúpulos, no hay piedad, no hay misericordia, violencia, sangre y mentiras. La dictadura de Nicolas Maduro que empezó con las enseñanzas de Hugo Chavez son el guion perfecto de una película en donde los malos son los protagonistas y son capaces de apretarnos los sesos con sus manos y hacer una bebida con el jugo que extraen de ellos, son tan malos que el mundo se tapa los ojos ante los hechos, son tan malos que sus maldades no tienen limites y parecen mentiras, son manipuladores y saben como jugar en cada paso que dan, son asesinos y no tienen escrúpulos en mentir con la cara lavada de manera cínica cuando la mayoría sabe la verdad, ¡se ríen en nuestras caras!.

La droga del socialismo del siglo XXI una pastilla que se toma sin agua, y te atora y te ahogas con ella en la boca pero no puedes esculpirla, no puedes tragarla; solo esta ahí molestándote la garganta, molestándote para hablar y gritar la verdad, solo quieres tragarla para luego vomitarla, pero ahí están ellos observándote, los bastardos asesinos con mascaras de demócratas, aquellos que ocupan todas las instituciones políticas y jurídicas de un país, donde los que ponen las normas las ejecutan, las rompen y las pisotean.

Sin piedad, desde lo mas oscuro del corazón humano esta la maldad de estas bestias disfrazadas, torturan, ejecutan y desparecen a sus enemigos. Aquello digno de una película se vive en Venezuela y todos parecen disfrutarla a través de una pantalla. ¿Hasta que punto se puede ser tan malo?.

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Oscar Perez fue asesinado en enero del 2018, un policía que se opuso a este régimen, fue masacrado al mejor estilo de Tarantino, mientras suplicaba ayuda grabándose con su teléfono celular, lo que parecía ser un show fue verdad, una tragedia que paso de ser algo que nadie debería enterarse a algo que el mundo entero pudo observar con sus ojos, un fusilamiento. ¿Como algo puede pasar y no tener consecuencias?. Son unos asesinos, son despiadados, son unos descarados y unos mentirosos. Un mundo lleno de "derechos humanos" cuando las personas en Venezuela se están muriendo o las matan. Indirectamente y directamente las mata este gobierno de porquería, porque gracias a ellos ha pasado todo, gracias a esto estamos sumergidos en una miseria y un odia infernal que se multiplica cada día, unido a la decidía y la dejases de la población que ya reclama auxilio, ya no tenemos fuerza para luchar. Nos sentimos solos y abandonados.

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Fernando Alban fue asesinado en octubre del 2018, diputado de un partido político de oposición, así se deshacen los maleantes de sus contrincantes, quitandoles la vida; y atribuyendo su deceso a un suicidio, fue hallado Alban en el suelo al lado de un edificio, donde no se sabe que fue lo que paso, secuestrado por el régimen, tras tantas torturas que estoy segura fue sometido, al no querer hablar ¿fue asesinado o decidió quitarse la vida?, sea cual sea la respuesta el régimen lo mato. Como un personaje de las películas de Tarantino, plasmado en el cemento cubierto de sangre y sin vida, deja llena de dudas toda una nación que sin saber que sucedió conoce la verdad.

Estamos bañados en sangre, así es el color de esta revolución que siempre se ha representado con el rojo, con el odio, con la venganza, falsifico promesas y mato tantas, cada rincón de Venezuela llora, sin esperanzas, sin ver la luz; el asedio de la muerte es lo que se ve más cerca para muchos, la lucha se ha convertido en indignación y los ojos se han cubierto de lagrimas. Las películas de Tarantino siempre tienen su final, cuando la cara de la moneda se voltee y logremos ver la luz de nuevo la venganza sera un plato que se sirve frió. Así suene mal para muchos, algunos hablan de la hora de la reconciliación, pero para mi, así como las películas de Tarantino el malo siempre debe pagar. El sonido de Debussy, Satie, Faure, Ravel y Saint Saens sera el perfecto soundtrack para recuperar la libertad que tanto añoramos.

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@raquel.ramirezv