Diario de una enferma 1: Esto no es poesía es una urgencia.

[Historias de instagram: @alejmmz]

—Sí, son polipos....aunque no es algo muy común—sentenció el doctor otorrino.

Era más común en los hombres pubertos de entre doce y quince años. Yo ya tengo dieciocho y soy una mujer. Mi voz, mis estornudos cada rato y el no poder dormir en la noche porque me falta el aire,no era algo normal mucho más allá de lo que no es normal.

Fueron demasiadas citas, dinero, oscuridad y paciencia lo que me ha acompañado todo este tiempo. La tomografía reveló la gravedad que nunca había sentido tanto…Y es que, cuando eres fuerte, no notas las pequeñas cosas que te derrumban.

En un país normal, mi salud estuviera de vuelta a mí...ayer. Pero mi salud, sigue corriendo por un laberinto confuso, engañoso e interminable.

—La paciencia es lo que hace al paciente—dijo el doctor.

Paciencia. Es lo único que me sobra en este país. La seguridad está corrompida en todo mi entorno, para encontrarla o tan si quiera tocarla, necesitas más de un millón de barriles de paciencia.

La mayoría del tiempo deseas más de un millón de barriles de dinero aunque sepas que eso aumentaría más la mata de la corrupción. No obstante, es lo único que hace que todo vaya inmediato a ti….En vez de ir tú de inmediato al hospital.

Cuando entras a un hospital, sientes todas esas vibras negativas, enfermedad, muerte, tristeza y angustia. Si entras a un hospital en Venezuela, notarás eso pero ya estás acostumbrado a ver lo mismo en las calles...Pero cuando ahondas mucho más en sus pasillos; te provoca morir a mitad de camino. Sabrás que nadie te va a atender porque sabes que ya hay muchos bajo tierra, ellos son la urgencia.

Sin embargo, cuando eres un caso especial, como yo, te atienden más de diez especialistas y estudiantes con sonrisas de codicia en el rostro.

La cosa es que no todos son especialistas y estudiantes. Cuando ya tienes una lista de insumos en la mano, te miran, te sonríen con pena y niegan con la cabeza.

Pronto me operaran…Sólo si consigo todo lo que hay en esta lista.

[Lo que está resaltado es lo que ya tengo. Cualquier difusión, envío o aviso es de gran ayuda <3]

El primer choque con la realidad es fuerte, sientes más miedo que ilusión. Sin embargo, cuando ya llegas al fondo del mal sentimiento, en una noche de oscuridad total en Venezuela, puedes utilizar ese fondo como elástico y saltar hasta la esperanza.

Ya no importan los estudios o si el país va a explotar, lo que ahora necesito es sanar. Así que tengo la voluntad y la paciencia para caminar calles y calles. Buscando, de institución en institución, de pasillo en pasillo, la lista de insumos en vida propia.

Son los resaltadores, ahora, mis mejores amigos. Antes eran buenos porque me hacían aprender más rápido lo que necesitaba para la evaluación, ahora representan un alivio más…Menos y más miedo.

La oscuridad para mí ya no es que me corten la nariz, la oscuridad para mí es nunca encontrar mi objetivo.