Poder no es lo mismo que querer.

Poder se ha vuelto una facultad de la persona de hacer algo determinado en un momento dado para el logro de sus objetivos (o los de los otros), esta facultad se resume en la capacidad de lograr algo, en detentar el imperio potestativo de realizar o ejecutar una labor determinada. Lo que entra en una especie de dicotomía es si el poder hacer algo siempre está acorde a lo que queremos.

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Quizás nos sucede que al evaluar las circunstancias pensamos que aunque podamos hacerlos no es nuestra intención lograrlo, aquí inciden muchos factores y son estos los importantes para resaltar.

La vida es más que simplemente soñar y lograr

Quien puede tiene la elección de hacer algo que lo necesita, que los demás necesitan y sobre esto recae su poder, su capacidad de lograr aquello que otras personas de repente no podrán. Pero el enfoque lo damos en torno a si yo puedo es lo mismo a si yo quiero.

Arriésgate por hacer aquello que quieras.

Aquí el gran dilema si lo que queremos podemos lograrlo, ¿cuáles son las razones para hacer y en que campo nos están evaluando?
A veces quienes nos rodean tan sólo se ponen a decir "fulano de tal a pesar de que puede tiene miedo de hacerlo" o "nunca sabrás si se logra hasta que lo hayas intentando", y todo esto es verdad, debemos acotar que no hay nada más interesante y que despierte en ti un toque de locura a la adrenalina que sientes por hacer lo incierto, pero a propósito de esto no debemos simplemente quedarnos con lo que digan los demás para hacerlo.

Posiblemente aunque te den luz verde y sea una gran prueba, no siempre ésta es la mejor opción.

Muchos de nosotros nos ponemos a pensar ¿qué es lo que más nos beneficiará?, ¿es bueno esto para nosotros? quien sabe cual será la respuesta. En todo siempre queremos lo mejor, al menos que se trate de un estado de masoquismo no debería ser normal que una persona no quiera lo mejor para él y alcanzar sus metas.

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Si hay algo claro que debemos tomar en cuenta es que nuestras emociones nos pueden llevar a ser reactivo y a no pensar con serenidad, realmente lo que queremos siempre nos gustaría poder lograrlo, pero al no ser así ¿qué sucede?

Hay un dicho que dice que ningún mar el calma hizo experto a un marinero.

De todo esto debemos valorar el aprendizaje que cada experiencia nos puede dar, saber que aunque nos podemos caer lo importante de todo esto es levantarnos porque sabremos que renacerá en nuestro ser una nueva persona, más experimentada con mayor capacidad de enfoque y sobre todo más capacitado para lograr aquello por lo que ha luchado perfeccionar el hecho de poder hacer lo que se quiere.

Empecemos a ver las cosas como en realidad tenemos que verlas, escuchar opiniones de los demás (que siempre van a estar) pero no dejarnos influenciar absolutamente por ellas, que nuestra capacidad crítica sea la que defina lo que somos y queremos hacer siempre en pro de lograr lo mejor para nosotros, estos enfoque nos harán siempre mejores personas.