Sonidos

Sobre el techo de lámina suenan muy fuerte las primeras gotas de lluvia, gotas gruesas que parecen una marcha que se acelera como el corazón de Alfonso al recordar a Marcela, y de sus cansados ojos, mas gotas se asoman temblorosas pero poco decididas, la dulce voz de su amada y su incansable risa traviesa aún recorren el laberinto imaginario que juntos inventaron entre los sembradíos de uva, aún palpita su corazón asustando al verla undirse entre las aguas del Golfo... De pronto, el sonido del aguacero lo ensordece, ese dolor en el pecho ha vuelto, se inclina, se endereza y se retuerce, mientras su mente se inunda de recuerdos que no reconoce, el sonido de las olas le parece extraño, el sonido de la barca contra las rocas haciéndose pedazos le parece un experiencia ajena, pero el canto de las aves lo inunda de una realidad que no puede ignorar, Marcela ha muerto, su cuerpo yace sobre la playa y el no puede explicar nada…

El sonido de la sirena de una patrulla lo despierta de ese sueño diurno, la voz del oficial solo es ruido sin significado, su cabeza quiere estallar de dolor mientras todo le da vueltas…

Y varios días después solo recuerda el sonido de las esposas cerrándose...