Historia: testimonio de satán – capitulo 1: Orígenes difusos

  ¿Cómo explicar el origen?, es mas ¿se puede siquiera?, cuando has existido durante tanto puedes explicar casi todos los orígenes pues para alguien como yo solo son anécdotas, ¿pero como explicas tu propio origen?, por lo que recuerdo yo era una partícula, un simple grano de polvo flotando en el espacio, él y yo éramos lo mismo, siempre lo hemos sido, el forma parte de mí y yo formo parte de él, todo era silencio, vacío y solitario en aquellos tiempos, hasta que llega la gran expansión. 

Nosotros quedamos por fuera de aquello, seguíamos en los confines de la nada como un huevo que espera a eclosionar, evolucionamos poco a poco, en nuestro núcleo debía de haber dos tipos de células, las de él eran como el exterior, hechas de luz, de esencia cósmica y la mías eran como la materia que expandía aquel nuevo universo, negras hechas de materia oscura o algo similar, poco a poco nuestro núcleo comenzó a desarrollar nuevas características o eso creo…la verdad es que no puedo decir con certeza como era aquella época, pero sí puedo decirte que paso cuando aquel huevo “eclosiono”, el espacio a nuestro alrededor se deformo, deberías haber estado, fue algo único, como si un agujero negro chocara contra otro, por supuesto la presión y la alteración en las cambiantes leyes que regían aquel lugar se vieron afectadas, por un momento la una demostró no tener límites y por otro las reglas se disolvieron, entre destellos, explosiones, humo, ruidos estridentes y desplazamiento de partículas nacimos en un ser, él y yo, entonces nos vimos a nosotros mismo, vimos lo que éramos y nos amamos.

 Nosotros éramos capaces de ver casi todas las dimensiones y movernos por ellas, éramos capaces de crear partículas, destruirlas, moverlas, teníamos un poder ilimitado a nuestro alcance, pero no lo llegamos a usar. Hay un problema con el poder ilimitado y es que nadie lo puede usar solo, para que pudiéramos hacer lo que fuera teníamos que estar de acuerdo los dos, nuestra forma era estable pero nuestra conciencia era un campo de batalla, constantemente uno intentaba crear algo y el otro lo destruía, nunca llegamos a ponernos de acuerdo en nada…bueno salvo en una cosa. En una ocasión nos llegó un pensamiento, una idea, cosa que ya había pasado antes pero aun así lo extraño no era la idea en sí, sino el hecho de que estuviéramos de acuerdo, la idea era ver la partícula que nos había estado acompañando mientras estábamos en estado de “gestación”, era el tipo de curiosidad que a todas las especies del cosmos se les fue dada, en el momento que concordamos creamos un cuerpo físico adaptado a unas proporciones más acordes con las de los planetas del universo, eso para que nuestro inabarcable tamaño no generara problemas. Fue entonces que llegamos a este universo, me hubiera gustado saber lo que pasaría para poder evitarlo.