Narcóticos anónimos- El nuevo miembro del grupo

in #spanish6 years ago

El nuevo miembro del grupo

Eduardo Morello



Nosotros no cambiamos, solo nos hacemos mejores... o peores.

Me dijo ella, al inyectarme una sustancia aceitosa de la que yo presumía que era la causa de todo este enredo.

Los excesos hacían de telón a diario en mi vida, opacando el asco que me daba ser quien soy; la rutina era la misma siempre, al menos que me pescara la policía como a veces sucedia y me propinaran una golpiza por no tener nada de valor en el momento que contara como fianza por un resbalón ante la ley; o por ser solo un maldito “Junkie”...

Buenas noches, damas y caballeros demosle la bienvenida a un nuevo miembro...

Mi nombre es Eduardo Morello, y soy un adicto a las drogas desde hace rato...

HOLA EDUARDO!!!

Dicen los demás integrantes del grupo ya sentados en algunas sillas de metal...

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Mi historia es algo larga, por ello les voy a resumir lo más que pueda mis últimos días, que ha sido por así decirlo el clímax que me ha traído hasta aquí.

Llegaba cierto momento del día en el que quería arrancarme la piel de los huesos por alguna razón y mi cerebro me atormentaba al entrar en abstinencia, pidiéndome un confort que desde mi perspectiva era inocuo en aquellos ratos, pero derivaba a las cosas que odiaba hacer a diario para suplir mis vicios.

Cuando andaba por mi lado me bastaba robar, vender las cosas que robaba, llegar hasta la boca del lobo para contactar a mi ”Dealer” y luego drogarme con lo que pudiera en algún callejón o estacionamiento.

Y si no tenía más opción, bastaba con reunirnos un pequeño grupo de adictos de los que apenas conocía sus apodos en alguna plaza; y con lo poco que tuviéramos solventar la situación. Todo es tan común hoy en día que es más fácil conseguir droga que comida señores.

¿Verdad?

Se escuchan risas de los otros miembros

AHHH, que satisfacción la que se siente cuando se tiene el revolver en la boca; la pipa más rupestre que pudiera fabricar era más que suficiente para darme la sensación de que volaba y que mis problemas desaparecían; me hacía olvidar por un momento que soy una bazofia y que el mundo estaría mejor sin gente como yo. Pero bueno, que se hace... uno desarrolla cierta resistencia al meterle tantas mierdas a su cuerpo por tanto tiempo.

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Estoy aquí a causa de que me pesco la policía hace algunos días y pase por la catarsis de mi vida antes de llegar a narcóticos anónimos, me acerque hasta aquí a contarles mi historia, acerca de cómo conocí el veneno y el daño que me causo, solo tuve el valor de cambiar mi vida después de que me convenciera alguien que al final les mencionare.

Llevaba rato fumando un “Chesterfield” en una plazoleta del centro, mientras esperaba a una chica que había conocido el día anterior con unos “amigos”. Era un buen cigarrillo, muy suave para mi gusto, con un buqué bastante dulce al paladar, lo detestaba como a nada, pero era bastante económico. En cuanto a la chica; ella era hermosa, su nombre, Christina; era un poco mayor que yo, pero compartíamos más cosas en común de las que debería contarles, cuando la vi por primera vez mis instintos me avisaron que no la podía dejar ir, así que me levante de donde yacía el dopado e inútil Eduardo y me senté a sacarle conversación sin nada de éxito por un rato, hasta que ella me pregunto:

¿Te has inyectado?

Y guiño uno de sus ojos maquillados como gato.

Le respondí que no... Y de verdad no la había probado... en ese momento no me parecía gran cosa, y estaba bastante cómodo fumando marihuana y cualquier otra cosa siempre que podía con algún conocido.

Me pasó su número de teléfono en un papelito metalizado, proveniente de un chicle que había abierto antes de hablar conmigo; lo tome en mi vago estado de conciencia y me despedí de ella.

Llame al día siguiente a horas del mediodía desde un teléfono público y después de decirle:

Hey es Eduardo...¿Todo bien Chris?

Me respondió con un:

Claro nene todo bien, ya que me llamas, acompáñame a hacer “mercado” más tarde; nos vemos en el centro, en donde los besitos de coco...

Así que coordine con ella vernos ahí en la plazoleta, cerca del vendedor de besitos de coco, al lado del busto de Aquiles Nazoa y el señor que tocaba un tres cubano.

Christina llego casi inmediatamente después de acabarse mi cigarrillo y me hizo una seña para que la siguiera. Así fui detrás de mí más grande vicio, hasta que la alcance. No le pregunte a dónde íbamos ni que íbamos a hacer porque ya yo lo sabía, no éramos joyas de eso ambos estábamos consientes.

Nos acercamos a un barrio bastante pintoresco apodado "La cruz"; las casas tenían una fachada muy bonita, había un ambiente familiar, con niños en bicicletas y señoras vendiendo helados desde sus casas, lo que contrarrestaba el hecho de que vendían cosas que te destruyen la vida en la esquina siguiente. Christina se dirigió a un grupo de “joyas” y tuvo una conversación bastante breve con ellos, les dio el dinero de la merca y guardo lo suyo en el edén de la mujer.

Me dijo

Vámonos nene, estamos listos...

Y salimos de ahí con toda la normalidad posible, pasando por enfrente de los niños y las doñas sentadas a orillas de la acera.

Apenas salimos a la calle Christina sacó la bolsa del polvo, era del tamaño de mi puño, no tenía idea de como pudo haber costeado eso. En realidad no la conocía tanto como para tener una idea clara de ello o juzgarla al respecto; lo primero que me venía a la mente es que era prostituta o que simplemente era “Dealer” y no me lo había mencionado (todo era posible); abrió un poco la bolsa y probó la mercancía en plena calle con un método que nada más había visto en las películas de Tarantino, a decir verdad me pareció bastante gracioso.

Luego de eso fuimos al estacionamiento de un restaurant clausurado; por alguna razón nunca había nadie resguardándolo y la poca gente que lo utilizaba a menudo era para lo mismo que nosotros. Nos sentamos al fondo del mismo, detrás de una valla publicitaria que servía de cobijo y al lado de una reja que daba a la autopista; Christina sacó un estuche bastante gastado que en una epoca tuvieron unos lentes de sol ; el estuche contenía por así decirlo sus instrumentos ceremoniales, dos cucharas, una bastante quemada y la otra mucho más pequeña, un mechero zippo y una jeringa para insulina nueva al lado de otras que todavía tenían restos calcificados del veneno.

Tomó la bolsa, y por el mismo agujero que había abierto anteriormente sacó un poco de polvo amarillento con la cuchara quemada, la sostuvo desde el mango entre sus dientes y la empezó a calentar con el mechero en la mano zurda hasta que se convirtió en una especie de pasta u aceite, mientras lo batía un poco con la aguja en la mano diestra.

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Christina me dio el mechero y sostuvo la cuchara con su mano y dijo:

Eddie... está muy buena, vas a entender al fin lo que “The Velvet Underground” ha tratado de explicar desde hace tanto tiempo.

Yo sabía que era una invitación directa hacia la muerte; y que podía hacer yo, el pobre Eduardo en ese dilema en el que ninguna parte de mí se negaba a esa nueva experiencia.

Christina absorbió con la jeringa la totalidad del aceite que habia en la cuchara, la presionó para sacar las burbujas de aire y le dio tres golpes con el dedo medio, como haría una enfermera, se quitó su delgado cinturón que no servía nada más que para decorar su delgada cintura y lo amarro en mi brazo para hacer un torniquete, encontró mi vena con una precisión quirúrgica que no había visto antes y me pincho...

Sacó un poco de mi sangre y poco a poco veía como se mezclaba con el aceite dentro de la jeringa, luego pulso el gatillo inyectando la mitad de la sustancia y desato el cinturón de mi brazo.

En ese momento sentí que mi cabeza explotaba, la sensación era inigualable, mi cuerpo se derretía en el cemento y la sangre que corría por mis venas me quemaba; perdí el equilibrio a los poco segundos de experimentar todo eso, por lo que me coloque la capucha de mi abrigo y me recosté inmediatamente. No les voy a mentir; era espectacular, me sentía en un sueño, pero al mismo tiempo vigilante, estado al tanto y tratando de sobrevivir al viaje.

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Chris me beso lentamente ya en estando en mi hueco y efectuó el mismo proceso con ella, se acostó a mi lado y empezamos a ver el cielo desde ese estacionamiento; sin más opciones a la mano además de repetir los típicos balbuceos que uno suelta cuando está muy drogado, nos quedamos ahí unas dos horas en vigilia hasta que pudimos levantarnos y salir caminando con bastante normalidad.

Ese día para mí fue genial; regrese a la casa donde me estaba quedando y dormí hasta el día siguiente como un bebe sin haber comido.

Le envie un mensaje a desde el telefono de un amigo diciendo algo como:

nos vemos mañana? es ed.

Al despertarme vi un mensaje de Chris en el telefono dirigido a mi donde decia...

Hey, ¿quieres salir a caminar nene?

Y bueno que les puedo decir; pase esa semana con ella haciendo nada importante, salíamos a algún parque en la mañana a drogarnos y nos quedábamos hablando en la calle por las noches, tenía todo lo que deseaba; sexo, droga y alguien bastante peculiar que no me juzgaba, todo lo demás eran simples accesorios de mi vida.

Cuando termino esa ciclo, Chris se había quedado sin polvo, pasamos por la misma rutina de la vez anterior para hacer el “mercado”. Todo estaba bastante normal en "La cruz", compró la mercancía como hacia usualmente y cuando nos dirigíamos a la salida del barrio nos interceptaron varios oficiales de la policia nacional, demasiada parafernalia para un ”junkie” y una flaca. Nos apuntaron con sus armas hasta que se acercaron lo suficiente para esposarnos y luego nos metieron en patrullas diferentes.

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Me llevaron a la sede de la policía nacional y me propinaron una golpiza que libero una secuencia de epifanías en mi cerebro. Me interrogaron para sacarme información que no tenía y estuve tres días preso hasta que vieron que no era más que un drogadicto de la calle; decidieron soltarme para ahorrarse los gastos de manutención (malditos policías).

Me soltaron en la madrugada y me di cuenta que no contaba con nada; mis pocos objetos personales se quedaron en el cuartel, Christina había desaparecido y probablemente no la vería en algo de tiempo; esa noche acampe en el frio de la calle, logre conseguir una caja de cartón rugoso proveniente de un refrigerador y me acobije como pude con él.

No dormí en absoluto; los hematomas todavía palpitaban en mis brazos y piernas esqueléticas, no me dejaban cerrar los ojos ni siquiera, mientras que la noche seguía pasando tan lento como pudiera.

Amaneció y a eso de las seis de la mañana me dirijo desvalido hasta la casa improvisada donde me estaba quedando con algunos “amigos” y enseguida al abrir la puerta Carlos me recibió con un puñal en el pecho .

¿Que haces aquí maldito?;
le robaste a cada persona de esta casa una cosa diferente y todavía te atreves a volver como si nada, deberíamos picarte en pedacitos por falta de compañerismo; llevas perdido más de una semana y me dijeron que te vieron con una flaca el lunes y poco después que andabas solo y andrajoso.

Me dijo enardecido y con un poco de miedo hacia mí...

No tenía la menor idea de lo que me estaba diciendo, estuve con Christina todo ese tiempo, no había robado nada a nadie de esa casa que yo recordara.

Le dije que me había inyectado con ella el lunes y llevábamos en eso toda la semana que desaparecí; haciendo énfasis en que todo estaba fatal porque nos pescó la policía hace tres días y me soltaron en la madrugada, todo amoratado y probablemente con algo roto en mi anatomia.

Carlos seguía diciéndome que me habían visto solo todos esos días y yo no podía creerle; yo seguía manteniendo mi posición de que anduve con Christina haciendo lo malo. Así que le dije que me acompañara a dar una vuelta a ver si conseguíamos donde comer algo; y casualmente después de caminar unas cuadras revisando los basureros pasamos por el mismo estacionamiento donde había probado el veneno por primera vez con Christina, nos acercamos a donde estaba la valla que sirvió de cobijo para mostrarle a Carlos como fue el proceso y me encontré con algo bastante predecible para los demás y totalmente inimaginable para mí...

Vomite la bilis de mi estómago a un lado al ver que el cuerpo de Christina yacía descompuesto, tenía un poco de espuma en su boca y sus ojos no tenían nada de vida, todavía había una aguja clavada en su brazo y no mostraba señales de mutilamiento o violencia posteriores pese a que le habían quitado sus pertenencias.

Todo me hizo ”click” en ese instante...

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El dia que me inyecte con Chris, ella utilizo el resto de la dosis que sobraba en la jeringa lo cual yo no sabía cuánto era, después de recostarnos probablemente cayó en una sobredosis y yo no me di cuenta. En mi vago estado de conciencia tome sus pertenencias y simplemente me fui a caminar dejándola ahí como a un vaso desechable.
Lo primero que pensé es que como a alguien experimentado le podía pasar eso...
pero si sucede y es bastante comun...

¡¡¡¿QUE HE HECHO?!!!

Todo este tiempo me sumergí en el veneno y anduve por las calles a diestra y siniestra, negándome la realidad en la que me había inmerso...

¡¡¡¿Qué clase de monstro soy?!!!

¿Christina estuvo todo ese tiempo conmigo?

¡¡¡NO LO SÉ!!!

Había demasiadas lagunas en mi cabeza, pero ninguna de la que yo mismo me hubiera dado cuenta; Carlos me decía que estaba loco al mismo tiempo que se reía de mí, probablemente tenía la razón al verme caminar sin rumbo mientras me derretía en los callejones de la ciudad.

Chris me acompaño en mi mente toda esa semana, siendo producto de mi imaginación, junto a la negación apoderada totalmente de mi cuando vi que sus ojos se apagaron. Hasta que la policía me agarro tratando de comprar más polvo para sanar esa herida con los instrumentos de Chris; entre en abstinencia en el cuartel y logre ver la realidad de mi situación; estaba loco de remate...

Pero todavía podía escuchar la voz de Christina diciéndome...

Viste nene, se siente genial...

Salimos de ahí inmediatamente, cerré los ojos de Chris y deje cubierto su cuerpo con una lámina de zinc que encontré por los alrededores que hacía de cobija.

No encontraba ya que hacer, en la alteración de mi estado pensé muchas veces en suicidarme lanzándome al metro, no tenía techo por la mala maña, todos mis conocidos me dieron la espalda y ya no tenía animo de vivir. Le dije a Carlos que aunque me viera por la calle no me saludara ni siquiera, era un hombre muerto por dentro; me despedí de el como gran amigo que fue y le di las gracias por todo.

Camine sin rumbo el resto de ese día, pensando en Christina y pidiendo limosna sin nada de ánimo para comprar algo de comida o para olvidarme de mí mismo. Llegue otra vez a la plazoleta donde había empezado todo este trayecto, diagonal la misma quedaba una iglesia bastante pequeña. Así que me refugie cerca de esta iglesia con algunos pliegos de cartón y mi chaqueta ya andrajosa de tanto uso para pasar la noche como lo que era, veneno, un"Junkie”, escoria de la capital, un perro más durmiendo en la acera.

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A la mañana siguiente despierto con una cobija gruesa que me protegió bastante del frio de la noche; la iglesia me presto su ayuda en ese momento; fui invitado a pasar por una señora con una apariencia bastante familiar sin decirle que yo era creyente de la ciencia y me dio un plato de sopa caliente, eso era lo único que hubo en mi estómago después de un rato de pasar por lo peor de mi vida hasta ahora.

Hable un rato con ella, me dio una muda de ropa limpia y unos zapatos que no estaban rotos,la ayude en algunas labores de peso a pesar de mi estado y me comento de este grupo y un refugio; le parecí alguien bastante intelectual a pesar de no tener pinta de ello, su nombre era “Margarita”, por cierto va pasando por allá; si no la conocen se las presento; me dijo que ella normalmente hace los pasapalos de la reunión así que si de agradecerle a alguien por las galletas y el té agradézcanle a ella.

Y bueno heme aquí hoy chicos , con ustedes después que ella me ayudo cuando nadie más me dirigía la mirada.

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Lo que queda del grupo aplaude por un instante a "Margarita"

siguiente, en presentarse...



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Hermano, te quedo genial. Me ha gustado muchisimo de pana. Te quedo brutalisimo.

Muchas gracias bro! es super significativo viniendo de tu parte, nos estamos leyendo :D!!!

Tremendo, bruutal, me ha encantado tu post, muy currado en todos los aspectos. Gracias por compartir, el equipo Cervantes apoyando el contenido de calidad.

Muchas gracias por el apoyo :D, me faje en todos los aspectos jajajaj.

Excelente!

gracias bro :D!!!

I translated with google. Absolute intresting. Hope to see more content like this !!

thank you bro!!! I really appreciate that people who speak another language take the time to read these publications in Spanish :D , (i use the google translate too hahaha)

haha. I feel better now :D

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