La #Educación-STEM se ha interesado en la alfabetización científica de toda la comunidad, con la intención de masificar la investigación en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática, al promover publicaciones que permitan comprender desde la actividad heurística, los hechos cotidianos de los ciudadanos comunes, en contextos particulares. Por ejemplo, en estos días se celebra una fecha vista por algunos como comercial y -por otros- como una oportunidad para debatir desde la perspectiva científica dándole un sentido más humano: me refiero al día de San Valentín. A ese respecto, vale acotar que para el organismo, desde el punto de vista fisiológico, estar enamorado puede compararse con los efectos generados por traumatismos, hemorragias o exposición a toxinas, por cuanto se trata de hacer frente a emociones intensas que propician un profundo estado de estrés, vale decir, la perdida inesperada de la homeostasis corporal, encendiendo las alarmas que obligan a tomar medidas inmediatas para el restablecimiento del equilibrio en términos químicos (electrolíticos y hormonales), físicos (presión y temperatura) y biológicos (metabólicos).

Cuando pensamos en una situación biológica estresante, es inevitable pensar en la condición de estar enamorados, por cuanto con ella se inicia en nuestro organismo un conjunto de procesos de recuperación –del equilibrio-, denominado “Síndrome de Adaptación General” (SAG), coadyuvantes sinérgicos con el sistema de control neuroendocrino. Se corresponde con un enfoque de corto y mediano plazo, en los cuales se activan –casi en simultáneo- la fase de alarma y de resistencia a la situación estresante, aparte de conducir eventualmente al agotamiento de los recursos disponibles e, inclusive, la aparición de posibles trastornos en caso de no poder acometer los correctivos a que haya lugar.

VIDEO-GIFS animado referido a la BioFisicoQuímica del Amor en el Eje Hipotalámico Hipofisario

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Síndrome de Adaptación General

El conocido “amor a primera vista” o flechazo de enamoramiento, inicia la secuencia del SAG, a partir de señales nerviosas aferentes provenientes de los órganos de los sentidos que, tras ser procesadas, inicia las ya indicadas etapas -de alarma y resistencia-, pertinentes para estas circunstancias. La primera es breve y súbita, adelantada mediante estimulación de la división simpática del sistema nervioso autónomo, apuntando hacia la elevación de la concentración de glucosa en sangre y de los niveles de oxígeno, con lo cual los glóbulos rojos aumentan su carga de oxihemoglobina.

En paralelo con lo anterior, se activa el eje hipotalámico hipofisario (Hipotálamo-Hipófisis-Glándula) en la ruta hacia el tejido suprarrenal para la segregación de las hormonas adrenalina (epinefrina), noradrenalina (norepinefrina), cortisol y aldosterona, en forma conjunta con la secuencia que termina con la estimulación de las células somatotróficas de la adenohipófisis, para producir la hormona de crecimiento humano con sus conocidos –y circunstanciales-efectos diabetogénicos asociados con el páncreas.

Toda la maquinaria de control nervioso y endocrino que he descrito, se acomete con el propósito de responder a la situación crítica, con algunos efectos observables –otros no tan evidentes-, como el aumento de la presión arterial revelada en las taquicardias que experimentamos ante la presencia de ese alguien particular. Cuando esto ocurre, se suma la contracción vascular con disminución de la irrigación sanguínea de piel y vísceras, lo cual explica la tonalidad pálida del rostro enamorado, así como los espasmos estomacales (mariposas en la barriga)…cuando vemos a ese ser especial. En contraposición, ocurre una dilatación de los vasos sanguíneos proveedores de oxígeno y nutrientes para el cerebro, ante la necesidad de tomar decisiones para enfrentar la emergencia.

Evidencias Fisiológicas y Celulares

En paralelo a lo dicho en las líneas previas, se produce una elevación de la frecuencia respiratoria, desafortunadamente solo torácica, por el saboteo de las contracciones musculares involuntarias en la región abdominopélvica, trayendo como consecuencia la típica resequedad de los labios y toda la orofaringe, como también la disminución de la salivación y de las enzimas digestivas, en concordancia con la depleción en la irrigación sanguínea visceral manifestándose en las ya mencionadas “mariposas o abejas estomacales”.

A nivel celular, también ocurren acontecimientos metabólicos explicativos de los eventos macroscópicos descritos, en función de dar respuesta a la situación crítica, vale decir, la secreción del glucagón por parte de las células alfapancreáticas de los islotes de Langerhans, con lo cual se ponen en marcha procesos metabólicos como, por ejemplo, la glucólisis, fermentación láctica, descarboxilación oxidativa, ciclo de Krebs, fosforilación oxidativa y quimiósmosis…con la finalidad de aprovechar la glucosa para generar energía en forma de adenosín trifosfato (ATP) y coenzimas reducidas del tipo NADH+H y FADH2, canjeables por más ATP en la membrana mitocondrial interna.

Una vez atendidas las señales de alarma inmediatas (por el enamoramiento), el cuerpo activa procesos de resistencia a esa situación estresante, mediante ciclos de realimentación negativa hormonales, con base en el ya conocido eje hipotalámico hipofisario, asociado a la corticotropina, tirotropina y somatotropina. Con la primera se estimula a las células suprarrenales para que segreguen cortisol, que junto a la hormona de crecimiento humano surten los referidos ya efectos diabetogénicos tan necesarios ante los eventos emergentes del enamoramiento.





Coadyuvando con lo anterior, la corticotropina promueve la producción de mineralocorticoides como la aldosterona, que unido a la oxitocina y vasopresina (Hormona antidiurética) hipotalámicas, elevan la presión arterial y el estado de excitación del sujeto. Se le suma el accionar de la tirotropina que obliga a la tiroides a producir T3 y T4, con el subsecuente aumento del metabolismo basal, asociado al incremento del ATP y de la temperatura corporal. Una vez superado el episodio estresante, pudiera presentarse la depleción de carbohidratos y minerales.








El cuerpo humano sabe que esta situación estresante está asociada a la posibilidad de emparejamiento, así como al sexo para la procreación, garantía de la perpetuación de la especie y, con ello, del aporte genético individual, razones por las cuales se estimula al animal (Homo sapiens) para que insista y se enfrente constantemente a la situación de cortejo y amor, a pesar de los riesgos que ello implica. Debido a lo anterior, se prevé y garantizan las provisiones hormonales y neuroquímicas placenteras y adictivas.

VIDEO-GIFS animado referido a la Formula Química del Amor en el Eje Hipotalámico Hipofisario

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Basado en la premisa anterior, además de las hormonas ampliamente descritas, el organismo humano apela al encéfalo para producir una gama amplia de neurotransmisores y neuromoduladores, dentro de los cuales se destacan las aminas biogénicas y los neuropéptidos. En las primeras, el grupo de catecolaminas (adrenalina, noradrenalina y dopamina), promueven la exaltación, vigilia, placer y atención a la situación de interés –en este caso el enamoramiento-, agregándole un estatus de euforia, emoción y alegría. Por su parte la serotonina, busca un contrapeso mediante la inducción del sueño y control del estado de ánimo, en razón de lo cual nos trasladamos en un ir y venir de los sobresaltos y desasosiego hacia la reflexión y tranquilidad puntuales.

VIDEO-GIFS animado referido a la Estructura química de la Dopamina y Serotonina

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Por su parte los neuropéptidos (llamados encefalinas en razón de ser producidos en los cuerpos celulares de las neuronas cerebrales), particularmente los de la categoría de endorfinas y dinorfinas, funcionan como opiáceos, con potentes efectos analgésicos influyentes en los procesos mentales y afectivos, de memoria y placer, propios de los enamorados. Es importante hacer notar, que los efectos químicos de los neurotransmisores, pueden comprenderse mejor al considerar el precursor fenil-etil-amina, del cual parten las anfetaminas-catecolaminas, por ser variables determinantes en los procesos amatorios, con gran potencial para convertirse en adictivos.

VIDEO-GIFS animado referido a la Estructura química de la Oxitocina

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Dadas las repercusiones referidas a estados de placer, euforia y éxtasis, los enamorados tienden a convertirse en adictos a estas sustancias naturales generadas en el contexto del amor, por lo que estimulan la repetición de las circunstancias que se las proporcionan, ayudándose incluso con chocolates y afrodisíacos, por su conocida constitución química similar a las anfetaminas-catecolaminas, procurándose para sí mismos provisiones extras de las ansiadas sustancias…hasta que de manera disruptiva ocurren eventos que le arrebatan esos estados de placer –como desilusiones, rupturas, infidelidad, muerte-, surtiendo efectos de supresión súbita de la fuente de felicidad y –en consecuencia- causantes de síndromes de abstinencia, similares a los experimentados por los drogadictos ante la eliminación de sus dosis cotidianas. Con ello sobreviene el despecho, llanto, desesperanza y luto

Como lo han podido notar, el enamoramiento es un proceso biofísicoquímico, con enormes repercusiones en el normal funcionamiento del cuerpo humano y su homeostasis, pero, también en aspectos de orden mental, afectivo, social, profesional-laboral, entre otros ámbitos.

• Ganong, W. ( 1996 ). Fisiología Médica. Decimoquinta. Edición en español. Editorial El Manual Moderno: México.
• Moyes, C. y Schulte, P.( 2007) Principios de Fisiología Animal. 1era Edición.Editorial Pearson.Addison-Wesley.
• Tórtora y Derrickson.( 2013 ). Principios de Fisiología y Anatomía. 11va edición. Editorial Harcourt Brace: Madrid.
• Van de Graff, K. Y Ward Rhees, R. (1989) Anatomía y Fisiología Humanas. México: Interamericana-McGraw-Hill.

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