Entendiendo el cerebro de un Marxista.

Hace algunos días atrás hice una publicación acerca de cómo el victimismo es la forma de esclavitud mental moderna, la cárcel en la cual los hombres entran por propia voluntad y se encadenan las manos para luego echarle la culpa los otros. Mas lo que no expliqué, y que creo que es de suma importancia, es el porqué de este comportamiento, el significado por el cual estas personas (los marxistas) elijen voluntariamente entrar en la oscuridad de las mazmorras.

Jordan B. Peterson, haciendo un análisis psicológico sobre los nihilistas, decía que ellos prefieren vivir una vida depresiva en la cual nada tiene valor, con el beneficio de vivir una vida sin responsabilidades. Palabras más, palabras menos.

El escape a las responsabilidades es una actitud muy presente en la actualidad, aunque no novedosa. Muchas personas le temen a las responsabilidades y al deber, porqué, como su nombre lo dice, el deber es una deuda, una deuda moral de actuar de determinada forma, no obstante, y a pesar de esto, las personas cada vez reclaman más derechos, lo cual es, en el grado más grande, un absurdo.

Hemos llegado a tal punto en cual incluso se proponen cosas como una renta básica universal. Ya por el simple hecho de existir, te mereces todos los derechos del mundo, imaginables e inimaginables, y por supuesto, sin la tediosa responsabilidad de un deber. Estamos pidiéndole el sueldo al patrón pero sin trabajar. Estoy seguro que el tema de la RBU da mucho de qué hablar, ya lo he hecho en el pasado, y lo volveré a hacer en el futuro, aunque ahora nos concentraremos más en el tema de las responsabilidades.

Por supuesto, este modus operandi y esta forma de razonar no salen gratis, son autodestructivas, porque si algo nos ha enseñado la naturaleza a través de todas las incontables demostraciones históricas es que no existe un camino fácil. Los caminos fáciles son caminos que parecen llevarnos al lugar que deseamos, pero que en realidad, nos llevan de vuelta hacia atrás, y con la peor deshonra, porque más importa el camino que elegimos que el destino al cual nos dirigimos, y cuando tomamos el camino corto no solo retrocedemos, sino que lo hacemos de la peor forma.

Y cuando hablamos de personas irresponsables que nos llevan al atraso lo primero que se te debe venir a la cabeza es el marxismo. Donde tienes todo a cambio de nada. Hoy tenemos marxismo en diferentes paquetes y de diferentes colores, aunque todos marxismo al fin y al cabo.

Algunos se preguntaran, ¿Por qué si el socialismo ha fallado tantas veces, por qué si la intervención estatal ha demostrado se históricamente un fracaso, por qué si la historia nos ha demostrado que las instituciones públicas NUNCA solucionan los problemas para los que fueron creadas, por qué siguen creyendo que estas ideas van a funcionar? La respuesta, aunque no lo crean, es bastante simple; porque debe funcionar.

Para los marxistas, sus teorías deben funcionar, deben hacerlo, tienen que funcionar.

Yo que he hablado con innumerables marxistas, socialistas de todo tipo, los que lo son de forma consciente y leen a Marx, y los que lo hacen de forma inconsciente por toda la propaganda, y aunque no saben que son marxistas, sus propuestas, ideas y cosmovisión en general, es altamente marxista. Yo que he hablado con tantos, soy el primero en testificar sus buenas intenciones. Los marxistas de a pie, aquellos que no militan en partidos políticos ni buscan tomar el poder por sus propias manos, sino aquellos que viven su vida de forma normal como tú o como yo, son personas con muy buenas intenciones, tal vez con las mejores intenciones.

Y aquí radica el problema, porque estas personas cargan sobre su espalda todos los problemas mundiales; analfabetismo, pobreza, problemas de sanidad, etc., y buscan una solución para cada uno de ellos. Es decir, ellos no se responsabilizan de ellos mismos, más si lo hacen de todo el mundo. Un pensamiento totalmente contradictorio, y un absurdo en sí mismo. Piensan que ellos no son responsables de sus desgracias, y de la misma forma, todos los demás desfavorecidos de la sociedad tampoco lo son. Todos son víctimas, todos son oprimidos.

Y bajo este reduccionismo, en el cual nadie tiene la culpa de sus desgracias, hace falta una respuesta igualmente reduccionista; el marxismo.

El marxismo es el pensamiento (pseudo)filosófico más reduccionista del mundo. Para el marxismo la historia es reducida a una lucha constante entre clases, las formas de gobiernos y los Estados son reducidos al control de los factores productivos, el mundo es reducido al materialismo, y el humano es reducido al animal.

Para las personas que buscan solucionar todos los problemas existentes, de forma simple, y mágica además, el marxismo es una elección fácil. Es muy fácil ser marxista. Solo debes echarle toda la culpa de los problemas existentes al "sistema burgués", a su "heteropatriarcado", a su "racismo institucional", a su "opresión", etc., todos ellos tienen la culpa, son los malos de la historia. Y el Estado, el buen Estado marxista, puede solucionar todos los problemas como por arte de magia, puede hacer y deshacer a su antojo y "liberar" al pueblo de sus cadenas.

Entonces las personas, en su cruzada por salvar al planeta y a la humanidad de todos los problemas mundiales, ven el camino fácil en el marxismo, que con su magnífica y siempre presente propaganda les llena las cabezas de falsas concepciones.

Así es como personas, personas con buenas intenciones, terminan provocando las mayores catástrofes. Pero recuerda lo que dicen; "El infierno está lleno de buenas intenciones y el cielo de buenas obras".

Por supuesto estoy hablando de los marxistas moderados, algunos de los cuales no saben que son marxistas, y que a veces se autoproclaman como social-demócratas, progresistas, o de la forma más absurda, como liberales.

No crean que, por el contrario, me refiero a marxistas partidistas, pues no es así, estos últimos se valen de la mentira y la conspiración, de decir palabras bonitas mientras hacen malas acciones, para hacer parecer que son la única vía correcta, y además, la más fácil, pero sabemos que no es así.

Entonces tenemos a un montón de personas (la mayoría de los marxistas), que apoyan sistemas, métodos e ideas que han fracasado recurrentemente en el pasado, pero aun así lo ignoran, porque para ellos, esa es la única forma. Pues es la solución simple, mágica, y que no requiere esfuerzo. El camino fácil. El marxismo promete la solución a todos los problemas de la forma más fácil, en la cual no debes hacer nada y simplemente vas a ser feliz permanentemente, mientras el Estado soluciona todos los problemas, ¿y adivina qué?, después de solventar todos los problemas el Estado simplemente va a desaparecer, dejándonos en la anarquía más perfecta en donde todo siempre sale bien.

Aquí llegamos a una paradoja que los marxistas nunca desean afrontar, y que niegan con todas sus fuerzas. ¿Has escuchado sobre la paradoja de Fermi? Bueno, puede resumirse en algo así:

La creencia común de que el Universo posee numerosas civilizaciones avanzadas tecnológicamente, combinada con nuestras observaciones que sugieren todo lo contrario es paradójica sugiriendo que nuestro conocimiento o nuestras observaciones son defectuosas o incompletas.

Bueno, la paradoja de Marx es muy similar:

La creencia común de que el Marxismo nos llevará a un mayor progreso, combinada con nuestras observaciones que sugieren todo lo contrario es paradójica sugiriendo que nuestro conocimiento o nuestras observaciones son defectuosas o incompletas.

Porque por supuesto, los marxistas, presentan teorías que no dan resultados en la práctica, a lo que ellos alegan con la negación de la realidad ("eso no era verdadero socialismo"), y evasión de la realidad, pues si algo en la práctica no es como en la teoría, no significa que no es una versión real, sino más bien que es inaplicable en la realidad. Pero ellos nunca se cuestionan sus teorías. Porque sabemos algo, si tu teoría es perfecta, pero no funciona en la práctica, o no se hace de la forma que esperabas en la práctica, es porque tus premisas están erradas.

Si el Estado puede solucionar todos los problemas, ¿Entonces por qué nunca lo ha demostrado? ¿Por qué todas las veces que ha crecido ha creado más problemas de los que ha solventado? ¿Por qué la teoría contradice a la realidad?

Los hechos no están de su lado. Y ese es el principal problema, cuando las personas ven ilusiones creadas por su imaginación y no los hechos reales que están sucediendo.

Fíjense en la siguiente imagen que describe a la perfección la forma de pensar de los socialistas.

Las personas del cuadro a la izquierda creen que están ayudando a los de abajo, les dan un balde con comida (Estado Benefactor) que irá creciendo con el tiempo. Estas personas no están ayudando a los de abajo, los están haciendo dependientes, los están esclavizando tanto moral como físicamente, porque ahora dependen de los de arriba (el Estado), algo ajeno a ellos, para sobrevivir. Por su parte, los del cuadro a la derecha le dan unas escaleras, dándole la oportunidad, a quien lo desee, de salir. Es muy obvio que no todos saldrán, porque, en parte, su mentalidad y sus objetivos no están arriba. A muchos de abajo les gusta sentirse como víctimas, prefieren no hacer nada y echarle la culpa de sus desgracias a los de arriba. Pero en conclusión, todos serán libres de salir, en la medida en que su voluntad así lo desee.

Qué tal si dejamos de probar ideas que funcionan en la teoría pero no en la práctica, o ideas que funcionan en la teoría pero en la práctica son totalmente diferentes, o que simplemente están erradas incluso en teoría, que tal si dejamos de probar ideas que simplemente sabemos que no funcionan. Qué tal si dejamos de intentar transitar por el camino fácil que posee soluciones mágicas a todos los problemas, y empezamos a caminar, no por el camino difícil, sino por el único camino que existe, el camino de la verdad, en el cual las teorías y los hechos, son iguales, porque dejamos de engañarnos con ideas que no son prácticas, o prácticas que no son ideales.

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Fuente de la Imagen: 1, 2