Vianka Kyteler | Como un vidrio empañado

Como un vidrio empañado, no te logro ver. No te logro ver porque no me dejas llegar a tu interior. Aún no conozco del todo tu ser. O tal vez se trate de una incertidumbre que ni tú puedas hallar una respuesta.

Como un vidrio empañado, estoy derramando lágrimas que dejan cicatrices en mi piel. Aquellas marcas de angustia y dolor las has provocado tú. Aún con caminos equidistantes, siempre ha sido mi esfuerzo que pienses en mí, tan solo una vez. Han sido tus palabras el decir que yo te importaba, ¿que tal si lo demuestras?

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Lo único que he de decir es que para esto no hay cura más que la venganza. Porque hasta ahora la única cura que me has proporcionado ha sido la falsa esperanza. Y yo fui quién llevó el cartel de idiota en la frente. Hasta el día de hoy he querido pensar que algún día cumplirías tus palabras. Quizás se trate de que en realidad, estoy más cerca de dios que del diablo y por eso en forma continua te perdono cada uno de tus pecados. Has faltado a tu palabra de hombre tantas veces que si tuviera un peso podría hundirte hasta el infierno, el lugar más cómodo para los infieles como tú.

¿Y como logro evitar enloquecer si cada cosa en la que pienso estás tú? Ya sea pensando en una amistad, en un noviazgo, en una infidelidad, en una mentira, en jugar con un corazón que solo busca querer, siempre estás tú. Aún tengo esperanzas de que cambies, es decir, alguna de las tantas palabras que me has dicho tiene que ser verdad. Quiero tener la oportunidad de acceder a tu corazón, de oírlo latir por mí y no quisiera llevarme la decepción de encontrar un latido gélido, un corazón escarchado por un ser tan frío que no pudiera conocer el significado de sentir.

Si aún me tienes en cuenta. Si alguna vez te importé. He de decir, estoy otra vez a tus pies.

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"Ser el terror puede suprimir cualquier miedo ...
Sé la oscuridad para jamás temerle"