Si tomamos en cuenta toda la historia de la existencia de la humanidad como especia, fue hace muy poco que le ganamos la batalla a la noche y la oscuridad. Es un instinto natural sentirse distinto en la oscuridad absoluta. Pero en la época en que vivimos, donde poco debemos temerle a la oscuridad, las emociones que sentimos cuando esta nos rodea son mucho más raras que la que podían sentir los hombres de las cavernas. Ellos sabían que la oscuridad era mala, que era caca, nanai nanai. Pero nosotros sabemos que no alberga nada peligroso. Cuando se va la luz por un momentito nos ataca la ansiedad que con tanta fuerza está agarrada a nuestros genes, pero poco después el ser racional que alberga dentro de nosotros entiende que no hay nada malo en esta oscuridad. Y en ese momento ya no sabes qué sentir, porque te dices que no hay nada malo, pero igual te pone nervioso XDDDD

La verdad es que las idas de luz son algo que nos hace pasar de la cotidianidad al suspenso en cuestión de segundos Y NO DEBERÍAN EXISTIR —ya me puse político así que mejor paro aquí.