El tema de Argentina se me hace muy complejo. Por un lado, en el 2015 yo apoyaba completamente a Macri en su candidatura porque Argentina necesitaba urgentemente salir de la izquierda antes de que nos siguieran los pasos y se convirtieran en la segunda Venezuela. La cosa es que Macri decepcionó bastante, no ha disminuido el gasto público y, en general, no ha tomado las medidas necesarias, probablemente por miedo a represalias.

Por otro lado, se han hecho avances sociales con los que estoy muy feliz, y que siento que en un momento u otro todos los países tendrán que tomar, como el matrimonio homosexual o lo que ocurre ahora con el aborto. Sin embargo, estos avances se han dado por presiones de la izquierda radical, y acaban siendo sombras de lo que me gustaría, porque ahora el matrimonio y la adopción homosexual está fuertemente asociado a los movimientos del feminismo, y han hecho cosas tan absurdas como exigir abortos gratis, pagados con los impuestos de todos. Y la tontería del lenguaje inclusivo es tan absurda que ni siquiera sé cómo criticarla.