CRÍTICA DE PELÍCULA: "Vengadores: Endgame" (2019)
Sinopsis: Después de eliminar a la mitad de las criaturas vivas, los vengadores tienen que lidiar con la pérdida de amigos y seres queridos. Con Tony Stark vagando perdido en el espacio sin agua y comida, Steve Rogers y Natasha Romanov lideran la resistencia contra el titán loco.
La pérdida de la esperanza. El sentimiento de impotencia (que se mezclan la idea de no haber hecho lo suficiente para vencer). La tristeza de perder amigos y familiares. La voluntad de rehacer y luchar una vez más por lo que es correcto... Todo eso y mucho más está presente en la conclusión épica presente en Vengadores: Endgame.
Todo comienza exactamente donde la película anterior terminó. El mundo está con el 50% menos de sus criaturas vivas y aparentemente continúa con sus daños controlados. Tales finalmente logró la realidad que quería... Pero ¿hasta cuándo? Bueno, hasta que los vengadores restantes se reúnen y vayan detrás de él para resolver el problema.
Una vez reunidos nuevamente (esta vez, con ayudas inesperadas), ellos cuentan con un ambicioso y complicado plan para intentar de alguna manera revertir todo el mal causado anteriormente. Sin embargo, si algo va mal, pueden tener que pagar un precio muy caro por ese intento de salvar a todos aquellos que ya se han ido.
A pesar de que la solución es un tanto predecible, todavía hay algunas sorpresas en el guión (que no son exactamente twists, pero reservan momentos chocantes) que dejan el rumbo de la situación más desafiantes y naturalmente más interesantes.
El guión tras toda aquella comedia típica (e insistentemente aburrida) de Marvel, pero aquí todo se hace de forma más moderada (pero todavía sí, la mayoría de ellas continúan presentes en los momentos más inadecuados). En cambio, el enfoque dramático fue un paso osado del estudio, que logró crear diversos momentos tensos y también, otros momentos muy emocionantes.
En particular, hablando sobre la emoción de la película, hay dos de ellos en especial que son de parar y respirar fondo... o para los más fanáticos por la franquicia, llorar... Como de hecho sucedió en la sesión donde yo estaba (pero no, no fui yo... haha!). Con eso, Marvel muestra que aprendió una buena lección sobre conductas narrativas, y sabiamente invirtió un poco menos en la obsesión por la acción desenfrenada y más en la profundización de un arco dramático rico y lleno de particularidades.
De alguna forma, hay algunos protagonistas (los tradicionalmente ya conocidos)... Pero de manera general, todo el mundo tiene su importancia para el desarrollo de la película. Los proyectores están bien divididos y aunque uno u otro personaje no tiene escenas de acción física, cargan consigo una carga personal que se traduce en conflictos psicológicos que generan mucha tensión.
Hay menos acción de lo habitual (considerando que es una película de Marvel) pero sí, hay momentos de batallas y que alcanzan su megalomanía en el clímax del tercer acto (vale mencionar aquí que se trata de una batalla como nunca antes vista). El guión se concentra incluso en reconstruir a los vengadores como seres humanos y posteriormente como grupo... Porque sólo después de esa reconstrucción es la oportunidad real de una victoria.
Los directores Anthony Russo y Joe Russo vuelven, hacen un gran trabajo y con esa película ellos demuestran que están más maduros en la manera de trabajar y más atentos a ofrecer al público nuevas percepciones de cinematografía visual y con ello, haciéndoles apreciar el resultado final de una manera aún más excitante.
De nuevo, consiguen extraer lo mejor del elenco (que sigue muy bien... a pesar de algunas decisiones que no me gustó en cuanto a la presencia y el tiempo de pantalla de algunos de ellos) y ver todos los mundos que cada personaje representa tiene un toque de nostalgia increíble (y obviamente que el guión crea algunas situaciones para sacar provecho de ese aspecto narrativo).
En cuanto a las categorías técnicas, los efectos especiales siguen siendo excelentes, la fotografía ganó un trabajo más caprichoso, la edición de escenas quedó muy categórica (a veces, hasta un poco tontas y cafona) y la banda sonora mantuvo su papel motivacional más evidente: emoción.
Vengadores: Endgame representa el ápice de un verdadero legado cinematográfico (y lo hace con mucho honor del mérito) que después de 11 años y 22 películas (algunos de ellos muchos buenos... otros no tanto) llega a su fin o simplemente puede ser cariñosamente traducido como una carta de amor abierta a todos los fans que acompañaron la jornada de estos héroes durante tantos años.
Aún no he podido verla y le tengo hartas ganas. Buen review.