Lluvia, tu que caes sin cesar,
y que cesas sin avisar.
Tu, que cuando llegas dejas huella,
y que cuando te vas dejas rastro.
Tu que traes y que llevas.
Tu que inspiras cuando llegas.

Quiero contarles una historia y por eso quiero hablar de la lluvia. Y es que hoy para mi la lluvia fue un impedimento pero creo que quizás no fue del todo así.

Hoy, como todos los días tenia que asistir a mis labores de la universidad, es decir, a estudiar y muy tranquilamente me levanto por la mañana -madrugada- para darme cuenta de que estaba lloviendo. Yo me levanto a las 4:00 am para salir a las 4:30 am y poder tomar el "bus" a las 5:00 am ¿por qué? porque en el sitio donde vivo ya no hay lineas de transporte trabajando regularmente y ese "bus" que agarro a las 5:00 am es el ÚNICO que puede sacarnos de este lugar y llevarnos a un sitio donde si se pueda conseguir transporte. Si yo no salgo a las 4:30 am y llego más tarde al lugar donde agarro ese único "bus" tengo la posibilidad de no montarme y no irme, si no me voy ahí quien sabe si llegue a mi destino.

Es por eso que hoy a pesar de la lluvia decidí irme al lugar estipulado, donde al llegar me encuentro con la noticia de que el "bus" se encuentra accidentado -indispuesto- por lo que no nos podrá llevar (en ese momento yo ya quería llorar). Junto con el pequeño grupo con el que estaba decidimos irnos caminando -a pesar de la lluvia- unas cuantas cuadras -largo camino- a un sitio donde quizás podríamos conseguir transporte PERO, tampoco había, así que decidimos seguir caminando otras cuantas cuadras más, acompañados de la lluvia a otro sitio donde podríamos conseguir transporte (en este sitio se complica el transporte, pero si hay transporte), llegamos y la cantidad de personas allí existentes era -una cantidad que a mi como venezolana no me sorprende- pero era mucha, mucha gente, es decir, todas aquellas que en el otro sitio no consiguieron transporte.

Ya allí, "bus" que pasaba "bus" en el que nadie se montaba porque ya estaban llenos de personas por lo que otra más no entraba -cabe destacar que todavía llovía-. Estuve allí hasta las 6:40 am hasta que decidí devolverme a mi casa. Ya me había mojado demasiado y no lo mencione pero mis cordales me están molestando un poquito -mucho- así que lluvia con dolor de muelas no es una linda combinación.

A que quiero llegar con todo esto...

Con esta anécdota lo que quiero comentar es lo siguiente: En ese momento me sentí mal hasta el punto de querer llorar, no soy de las que ama faltar a clases y menos cuando las clases son evaluadas, faltar a clases que son evaluadas me hacen pensar en la posibilidad de perder la materia -cosa que nunca me ha pasado y que no quiero que pase-, todo eso sinceramente que pone muy mal por lo que empece a odiar a la lluvia porque es común que cuando llueva todo colapse y si empece a odiarla mucho porque en otras condiciones capaz llegaría.

Pero hasta ahora caí en cuenta que no es culpa de la lluvia, no tengo porque odiarla. Algo que siempre he amado de la lluvia es que me inspira y efectivamente hoy me inspiró.

No es culpa de la lluvia porque en otra situación aun con lluvia llegaría a mi destino, no es culpa de la naturaleza, es culpa de la situación que me tocó vivir la cual me esta moviendo mucho a nivel emocional.

Este es un post en el que la lluvia me inspiró a hablar de ella y también a desahogarme un poco. Si lo leen, espero que les haya gustado.

Hay días buenos y malos.
Hay días de lluvia y días de sol.
Hay días como los de hoy,
pero también habrá un día mañana.

"Trata de hacer de tu día el mejor"

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