Una tarde en un precioso jardín privado

Domingo de visita a la vez que disfrutando del descanso junto a la familia y cómo no de sus delicias de almuerzos y dulces posteriores, pero siempre que visito a mi hermano me deshago en elogios de su precioso jardín privado del que me suelo llevar siempre alguna palma o algún brote de especias o frutos, hoy me conformé con fotografiarlo, para nada inconforme sino todo lo contrario, es un placer en verano por el frescor que desprende su verde, un respiro al frío del otoño por cómo recoge el sol y guarda la temperatura necesaria para sentirte a gusto en el y qué decir del invierno frío donde la robustez de su micro clima lo mantiene a salvo.