Leche y lactancia materna + aclarando creencias

Primeramente hay que definir la leche materna, su composición y los beneficios de esta sobre otros alimentos.

La leche materna es producida en las glándulas mamarias, es un alimento bastante complejo por lo que algunos autores sugieren que es un compuesto vivo, que estimula el adecuado crecimiento y desarrollo, además es inmunológicamente activo y modula la actividad bioquímica del lactante.

Es un alimento trifásico, es decir está compuesto por tres fases: solución, suspensión y emulsión, la importancia de estas tres fases radica a que contiene muchas sustancias importantes con solubilidad diferente, por ejemplo las proteínas y grasas tienen diferente solubilidad por lo que se almacenan y transportan de diferente forma y así con todos los elementos que contiene la leche, y no solo eso sino que es importante no interrumpir la alimentación del lactante ya que estas diferentes fases de la leche están en diferente concentración desde que empieza a alimentarse hasta que termina por lo que no se debe interrumpir para poder garantizar que todos estos nutrientes lleguen al bebé.

Como bien mencioné la leche materna tiene distintas funciones además de nutrir, sin embargo los diferentes estudios realizados determinan que esta fase solo tiene componentes nutricionales, aporta elementos que ayudan a la estructura celular, Está compuesta básicamente por proteínas y minerales como el calcio, magnesio y fósforo.

Las proteínas que contiene la leche materna son principalmente caseína, lactoalbúmina y alfa-lactoalbúmina.

También existen otras como las globulinas (inmunológicas y betas), proteína fijadora de hierro, enzimas, hormonas peptídica y eicosanoides.

En esta fase es donde están contenidos las grasas y cualquier otro componente liposoluble como algunas vitaminas (A, D, E, K). Ya que los compuestos lipídicas tienen alguna interacción con otros componentes como las enzimas que degradan la grasa (lipasas), es necesario que estén separados y esto se logra porque las grasas están en forma globular con membrana peptídica que las protege.

Esta fase además de ser bastante calórica y ofrecer al lactante la energía suficiente, también tiene componentes antioxidantes como serían las grasas insaturadas de cadena larga que son bastante importante para el buen desarrollo del sistema nervioso central, periférico y componentes ópticos.

Otra función importante es la inmunológica, ya que tiene cierto componentes antimicrobianos, especialmente contra Staphylococcus, esto lo hace las grasas de cadena corta que contiene esteres.

Esta fase es rica en agua y solutos hidrosolubles, el agua es importante ya que mantiene al lactante hidratado por lo que no requiere que le demos agua a los bebés que son alimentados con leche materna, además de que es nefroprotector ya que su osmolaridad es la ideal para el riñón.

También contiene alto contenido de carbohidratos, es decir los azucares de la leche, como serían la lactosa que es el principal, galactosa, glucosa y combinaciones de proteínas y carbohidratos que son los llamados glucopéptidos, estos serían la segunda fuente de energía para el bebé después de las grasas, además de que ayudan al desarrollo de un Ph optimo a nivel intestinal y favorece el crecimiento de la microbiota.

Por último tenemos algunas proteínas, entre ellas destacan las inmunoglobulinas que confieren inmunidad pasiva ya que el sistema inmune del neonato es virgen, además de que modula la actividad inmunológica activa. Todas estas inmunoglobulinas provienen de la madre, es decir que estos factores inmunológicos están relacionados con la intensidad, frecuencia y duración de la lactancia ya que una vez que las inmunoglobulinas cumplan con su vida media serán metabolizadas y el lactante no las producirá de forma activa.

Existen muchos estudios serios y evidencia solida de que el mejor alimento para los lactantes es la leche materna, de forma exclusiva hasta los 6 meses (solo leche materna, ni agua), y a partir de esa edad se empiezan a incluir de forma gradual otros alimentos hasta los 2 años, que es cuando se empieza a omitir la leche materna.

La leche materna favorece a lo que es la maduración tanto del intestino delgado como el grueso, aumentando en número, función y forma las células encargadas en absorber los nutrientes.

La alimentación con otros alimentos provoca alteraciones en la motilidad y absorción de nutrientes, llevando a un retraso lo que podría favorecer el sobre crecimiento de microorganismos patógenos, todo esto lleva a que exista intolerancia a ciertos alimentos manifestándose como diarreas persistentes, cólicos abdominales, distenciones dolorosas, retraso en el crecimiento, reflujo, etc.

Otros estudios realizados en Europa y Estados Unidos demuestran que no solo son las infecciones gastrointestinales que afectan a estos niños, si no hay que hay un aumento en la incidencia de infecciones respiratorias, de orina e inclusive en el sistema nervioso central.

Algo muy importante es que a través de la leche materna se filtran sabores y olores de los alimentos consumidos por la madre, por lo que la introducción de nuevos alimentos es más fácil ya que se les hacen familiar al lactante, cosa que no pasa cuando son alimentados con otra cosa.

Los alimentos diferentes no contienen los ácidos grasos esenciales para el desarrollo del sistema nervioso como mencioné anteriormente por lo que se realizaron estudios que demostraron una sustancia blanca y gris inmadura lo que conlleva a un retraso psicomotor, esto se demostró con el seguimiento de casi 14 mil niños durante 6 años que dio como resultado que los niños alimentados con leche materna exclusivamente tuvieron un mejor desempeño en test de inteligencia y cognitivos.

Los niños alimentados con leche de vaca, y en especial leche de cabra y chivo tienen mucho más riesgo de desarrollar atopia (Asma y dermatitis) también enfermedad celiaca, gastritis erosiva, artritis y otras enfermedades inmunológicas.

Otros estudios netamente estadísticos relacionaron la lactancia materna con menor riesgo de obesidad y algunos canceres como los linfomas y leucemias.

Algo muy importante es que la lactancia lleva a un mejor vinculo madre- hijo, disminuyendo así algún trastorno psiquiátrico puerperal como sería la depresión post parto ya que este preciado momento de amamantamiento aumenta los niveles de triptófano (precursor de serotonina) y oxitocina en la madre.

Según mi experiencia tratando con madres de niños enfermos en la emergencia pediátrica debo aclarar ciertos mitos que llevan a alimentar a los lactantes con otros alimentos.

• La “teta” no lo llena: la lactancia materna debe ser a libre demanda, cada vez que el bebé pida comida se le debe dar teta, por lo que no debe tener un horario fijo, sino cada vez que el bebé pida, así sea cada hora.

• La “teta” no lo alimenta: muchas madres mezclan leche con crema de arroz, agua de arroz, agua de cebada y similares. Esto es una transgresión alimentaría lo que es bastante grave ya que lleva a una enfermedad diarreica de alto gasto que puede ser mortal.

• Le doy agua porque la leche no tiene agua: La leche materna en su porción hidrosoluble tiene la cantidad exacta y precisa de agua que necesita el lactante, darle agua con biberón aumenta el riesgo de mala oclusión dental, además de que existe el riesgo de que el agua no esté limpia.

• Estoy tomando “X” medicamento por eso no le doy “teta”:Si bien es cierto que existen algunos medicamentos que están contraindicados durante la lactancia, por ejemplo en como estoy en zona endémica de malaria hay que informar sobre la contraindicación de primaquina (antimalárico) durante la lactancia, otros medicamentos contraindicados son antiarrítmicos como amiodarona, fármacos derivados del cornezuelo del centeno, que contengan yodo y fenindiona… es decir no son fármacos de uso común por lo que el 90% de las veces que las madres no amamantan por estar tomando algún fármaco realmente si deberían hacerlo.

• No doy suficiente leche: Esta es la escusa que más molestia nos causa a los profesionales de la salud, la mejor forma producir más leche es amantar, es decir la succión del bebé es primordial para la producción de leche.

• El bebé es muy inquieto y me rompe el pezón: no, seguro tienes una mala posición al amamantar, lo ideal es cargar bien al bebé y que su boca cubra todo el pezón, tampoco debes lavar antes y después de amamantar ya que reseca la piel, y no debes usar ningún tipo de loción.

• Hernández A., et al. 2008. Pediatría y lactancia materna. Promoción y apoyo. Anales Pediatría Continuada.
• Almeda J., et al. 2008. Leche humana: híbrido biológicosocial. Manual de lactancia materna. De la teoría a la Práctica. AEP.
• Lozano M., et al. 2009.Lactancia materna. SEGHNP-AEP