¿La inteligencia se hereda o se desarrolla?

La inteligencia siempre ha sido un objeto de estudio de interés para sociólogos, psicólogos, psiquiatras, neurólogos, educadores y otros que dedican su energía en buscar respuesta a incógnitas como: ¿La inteligencia se hereda o se desarrolla?. La respuesta está dividida en dos grupos de científicos: los genetistas y los ambientalista (cultural/contextual) cada corriente tiene su postura.

El post pretende desde los aportes de la sociedad del conocimiento, reflexionar acerca de la inteligencia a partir de los atributos genéticos heredados o de la influencia del ambiente para su desarrollo. Me gustaría apreciar por cuál planteamiento se inclinan los usuarios de la semana lectora. Antes de presentar cada corriente es necesario comprender algunas conceptualizaciones sobre la inteligencia, aunque aún no hay una idea universal. El investigador Binet 1857, la define como:

Pensamiento que ratifica el requerimiento del procesamiento profundo de los datos que son atendidos por una series de pasos intelectuales. Binet creó el Test Intelectual para evaluar el nivel de madurez de los niños con problemas de aprendizaje, luego tomó protagonismo la prueba en otros escenarios, probocando una cultura discriminativa de género, raza y sociedad que reforzó la creencia fundada.El planteamiento del científico está respaldada por los genetistas, entre ellos Gregor Mendel y Francis Galton, actualmente hay nuevos representantes que defiende la premisa que la inteligencia se hereda.

Otro investigador, Alberto Machado (1975), Ministro de la Inteligencia en Venezuela con un proyecto alentador, el cual fue frustrado, afirma que la inteligencia es:

En otras palabras, aclara que las experiencias relacionadas entre el ayer y la actualidad permiten materializar el producto contextualizado con la posibilidad de modificar la idea posteriormente. Es un pensar dinámico, continuo y está apoyado por representantes de la corriente ambientalista Margarita Sánchez, Lair Ribeiro y otros.

Anteriormente mencione que hay variedad de conceptos y por supuesto cada pensador asume una corriente. Hay otra visión conceptual, reconocer la inteligencia desde lo múltiple, entre los psicólogos, se encuentra Sternberg (2008), menciona que:

Una posición pluralista sostenida en una Teoría que denominó Triárquica, la existencia de diferentes inteligencias, la cual generó polémica en el campo científico; no obstante la base de su teoría se enfoca en saber cómo y cuándo usarla y no basada en la cantidad de conocimientos. Además la idea Sternberg gravita por la corriente ambientalista, porque la Inteligencia Práctica que compone su teoría se adecua a la realidad contextual. Asimismo hay investigadores como De Zubiría y Elaine de Beauport que comparten la teoría de la diversidad intelectual, el desarrollo de la misma y la importancia del ambiente para potenciarla.

Una vez interpretado estos referentes teóricos, es necesario caracterizar las posturas: genetista y ambientalista. Las investigaciones experimentales de los genetistas basaron los estudios en: la herencia de fenotipo (rasgos de la madre o el padre) o habilidades como el canto; otra se fundó en aspectos culturales que no se repiten en otros países o localidad; también hubo una hipótesis sólida, concerniente a gemelos y padres naturales. Hoy día hay una nueva hipótesis reciente que la madre es quien otorga la carga genética intelectual a través del cromosoma X, por ahora es un experimento de laboratorio que aún está en discusión. Los genetistas mantiene su Tesis, pienso que se requiere saber qué tanto se hereda y cómo, así que por los momentos seguiremos esperando y aprovechar los nuevos hallazgos relacionados a padecimientos o funcionamiento orgánico del ser humano.

Los ambientalistas al contrario perciben la inteligencia como la facultad o capacidad que se desarrolla a través del entorno y son los encargados de desmentir las hipótesis de los genetistas. Esta corriente sostiene que los padres pueden poseer una realidad socio-económica inestable pero brindar educación o poner en práctica alguna habilidad de uno de sus miembros permite el desarrollo del intelecto. Un ambiente rico en estímulos despierta en el sujeto el interés por aprender un arte, desarrollar un oficio; un ambiente poco motivador puede restar posibilidades, no obstante, en otros es un motor para demostrar que sabe cómo usar la capacidad cognitiva.

Algunos estudios adjudican inteligencia a un número obtenido en una evaluación que mide en tan poco tiempo, habilidades especificas (lógico-matemático, lenguaje, memoria, entre otras) olvidando otras habilidades (emociones) y el contexto del sujeto que son importantes para conocer el funcionamiento integral de la estructura cerebral. Un sujeto piensa, aprende, posee un ritmo y experiencias diferentes debido al ejercicio intelectual personal. Seguramente la resolución de problemas modificará el conocimiento, las habilidades, la madurez y la comunicación de las células llamadas neuronas. El medio y los responsables del ambiente deben buscar la transformación intelectual.

Cada quien posee dominio en un área, presenta debilidades y festeja fracasos; lo que significa que toda situación debe reevaluarse para solucionar o construir una buena idea, todo esto es aprendizaje. Los grandes científicos atravesaron caminos espinosos, hasta alcanzar la cima; sin embargo nadie termina desarrollándose por completo intelectualmente. Pregúntense qué necesita para potenciar el intelecto, ¿desarrollar cualidades cognitivas socio-emocionales o cuantificar el intelecto?.