Cuando vemos flores como ésta o amaneces impresionante, sabemos que detrás de todo esto existe un Dios apostando por nosotros. Todos los días la naturaleza nos da un motivo no solo para reír, respirar, también para ser agradecidos. En cambio el hombre, la naturaleza humana, con todos los conflictos, con la manera irracional de asumir la vida, nos hace vivir en una desesperanza eterna y una tristeza diaria.

When we see flowers like this or impressive dawns, we know that behind all this there is a God betting on us. Every day nature gives us a reason not only to laugh, to breathe, but also to be grateful. On the other hand, man, human nature, with all the conflicts, with the irrational way of assuming life, makes us live in an eternal hopelessness and a daily sadness.