No se confundan, sé lo que es un apagón, un corto en la brequera, la explosión de un trasformador, incluso un racionamiento eléctrico por la sequía del Embalse del Guri. Pero, honestamente, jamás había experimentado la incertidumbre de no saber qué estaba sucediendo en realidad. Porque incluso en todas las veces anteriores había tenido alguna manera de comunicación, un por qué y un cuándo. Esta vez fue todo lo contrario.

Aproximadamente el jueves 7 de marzo de este año entre las 5:00 y las 6:30 pm hubo un apagón, un día bastante normal y común en el que simplemente se fue la luz. Sin embargo, seguidamente se cayeron todas las líneas de comunicación;

Nada de llamadas, nada de mensajes, nada de luz y, en algunos casos como fue el mío debido a que vivo en un departamento, nada de agua. No había forma de saber lo que había pasado o cuándo regresaría todo lo que habíamos perdido.

fuente

Empezaron a correr muchísimos rumores y teorías luego de una buena parte de la noche sin luz, desde el robo de los cables en mi ciudad hasta un supuesto golpe de Estado; pero todo murió al correr la noticia oficial que, verdaderamente, no sé muy bien cómo se confirmó.

Se trataba de un apagón nacional.

Todo un país sin luz.

fuente

Así que podrán imaginarlo el sentimiento de todos nosotros luego de hacernos una idea de lo que esto representaba.

Y así pasó una noche en donde a pesar de conocer cómo funcionan las cosas actualmente en Venezuela, hasta el más pesimista de nosotros albergaba la esperanza de estarse equivocando. Luego vino la segunda noche sin luz en la que honestamente ya estaba entrando en un estado de estrés increíble. Y si yo, que a pesar de no haber contado con servicio de agua, tenía la comodidad de mi casa y la comida que para este momento aún no se había dañado en la nevera caliente, no podía imaginar a otras personas con hijos chiquitos en el calor, o a los enfermos y las medicinas (como las quimioterapias) que deben ser refrigeradas…

La interminable angustia de un país en las tinieblas

Pude ver como se apagó y se encendió reiteradas veces la planta eléctrica del hospital principal de mi ciudad (y eso es decirles bastante). Hubo intentos de saqueos, propietarios de autos, mis vecinos, que amanecieron sentados en la planta baja del edificio vigilando que no robaran sus autos, personas subiendo y bajando escaleras en la oscuridad mientras cargaban tobos con agua a sus departamentos. En conclusión, hubo de todo un poco.

Cada noche fue más incómoda que la anterior.

Posteriormente, se restableció el servicio a la segunda noche, la cual duró unas pocas horas en la mañana antes de irte nuevamente y volver a sumirnos en la oscuridad, mientras todos hacían apuestas de cuándo seria el siguiente día con un momento de energía eléctrica.

fuente

fuente

Sumado a todo lo anterior, llegó la suspensión de actividades en el sector público y varios instituciones privadas, detención en el transporte público por ausencia de gasolina y más silencios y soledad en las calles.

fuente

Estos fueron realmente unos días que no le deseo a nadie, aun no estoy completamente segura de sí el fallo en el servicio de electricidad acabó realmente o solo es un racionamiento más, sin embargo, por si o por no me parecía necesario compartir esto con ustedes.

---

Besitos, eternamente agradecida con ustedes por leerme. Nos leemos pronto.

PD: Llevo casi 40 minutos tratando de publicar esto, el internet esta tan deficiente que creerán que estoy exagerando. Por ese mismo motivo no pude colocar las imágenes que tenía para mostrarles, pero si pude colocar los enlaces que los llevarán a ellas. Se las debo.
Si en algún momento puedo editarlo y colocarlas, lo haré.