Mi vida y el arte

Nunca sé por dónde empezar. Con el tiempo he entendido menos cosas, he soltado otras muchas: ha sido necesario. El punto es que siempre me ha encantado la fotografía, tomar fotos en las reuniones familiares de pequeña hasta crecer y darme cuenta que la fotografía estaba cambiando en mí. Ya no era un simple ''click'', era parte de mi perspectiva de vida, ese amor por los detalles y la sencillez de las pequeñas. Muy pocos entienden el sentimiento con cual hago una fotografía, otros me comentan que no entienden mis fotos. Siempre me río, porque las personas se empeñan en entender algo que viene del alma, algo que es invisible. Uno no puede entender de manera racional lo invisible, sólo está ahí y hay que mirar. Observar ha sido una acción resultante de tomar fotos. Aprecio los pequeños detalles, me interesan los detalles en las fotografías, lo invisible me encanta, aquello que sólo unos pocos nos atrevemos a observar. Continué cambiando mi perspectiva con respecto al arte y empecé por retratar mi cuerpo, busqué belleza en mí y pude compartirla. Curvas, poros, piel, arrugas: vida.

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Yo no busco definirme en este post, sólo compartir cómo miro algunas cosas. Por ejemplo, el arte y las emociones.

Vivo en Caracas, Venezuela. Una situación complicada a decir verdad. Todo este contexto me ha servido para fortalecerme y escuchar el silencio; creer en el universo, meditar, amar los pequeños detalles que nadie te puede quitar.