Para huir de ella.

Pero mientras el corazón en las alturas está llamando,
Espacio dividido por dos
Señor de la noche,
Conducen canciones, cantan bailes redondos.
Y para todos, interpretará pegasus jazz.
Definitivamente mereces serlo
Pero llegamos allí, es un hecho.
Todo lo que hay en nosotros es dos pedazos de tierra, dos trozos de oxígeno.
Los miedos declaran la guerra.
El resto de esta bebida.
Y el tren se apresura indiscriminadamente.
Y el mar me arrastrará.
Una hora más tarde en el bosque del álamo temblón.
Sus frágiles mundos, sus sutiles precursores,
¡Es legítimamente reconocido!
Quería despertarme, pero no duermo.
De lo que realmente se enferma:
El alma parecía morir,
Me convertiré en un pájaro en el cielo volando.
El deseo por la pasión no se está derritiendo.
Poniendo el gusto por encima de la pasión para siempre.
Una de las verdades es la batalla eterna.
Tú iluminaste mi alma con un rayo.
Eres como un rayo que perfora el corazón.