Me tranquiliza leerte, porque aquí estás, estuve preocupada por ti, fuerza amigo, no decaigas. que duro cuando nuestras historias inventadas sobrepasan nuestra propia realidad, pues esta es mas cruenta.

Me aferro a Steemit para no enloquecer y sucumbir ante el desespero y la tristeza, me duelen, me duelen mis compañeros, aquellos que no se han podido comunicar, sin lugar a dudas llenan este lugar.

Duro tu relato, me conmovió mucho, con tu forma sin igual de narrar las cosas, pero dentro de mi, me siento bien, porque estás allí, quiere decir, que sigues luchando, que sigues es pié.

Ojalá Dios tuviera una Facebook, o una red social, esperemos que tantas oraciones de millones y millones de Venezolanos lleguen a él en esta angustia y barra esos seres del mal, que han causado tanto dolor y tanta destrucción.