El estres destruye nuestra capacidad de frenar nuestros impulsos, nos convierte en un auto sin frenos que termina atropellando a las personas que más queremos.
El estres destruye nuestra capacidad de frenar nuestros impulsos, nos convierte en un auto sin frenos que termina atropellando a las personas que más queremos.
Esa patología ocasiona que personas adopten una conducta agresiva ante las demás personas.