El capitalismo puro es utópico, es una pena que los mercados de competencia perfecta no suelen durar mucho, si alguna vez existen. Todo mercado impone barreras a la penetración de nuevos competidores, estas barreras muchas veces tienen que ver con las regulaciones impuestas por los gobiernos pero también con la naturaleza de la actividad económica del mercado en cuestión.
Por ejemplo, digamos la industria petrolera. Entrar en este mercado implica una enorme inversión de dinero y recursos humanos que pocos en el mundo podrían hacer, esto limita la competencia a pocos actores que en su beneficio o por la natural mejora tecnológica provocada por la aumentan aún más las barreras provocando la salida de los menos exitosos y reduciendo poco a poco la cantidad de competidores, provocando eventualmente la carterización de la industria.
Si estudiamos hechos y no teorías, me parece indudable que a nivel económico la menor intervención estatal en los mercados se traduce en beneficios para sus ciudadanos y por lo tanto ese es el camino hacia la prosperidad.
Pero para que funcionen las relaciones económicas libres, el Estado debe actuar como arbitro imparcial, debe ser la parte vigilante que se encargue exclusivamente de castigar al infractor de contratos; para cumplir de la mejor manera esta función, debe ser lo suficientemente fuerte para cumplir su papel pero no tanto como para imponer condiciones que favorezcan a ningún actor en ningún mercado; y nunca convertirse él mismo en un actor.
Muy buena publicación, es una información que debe ser difundida; para finalizar, te sugiero que perfecciones tu redacción y puntuación, así el texto será más atractivo y claro.