¡Woaho! Vi tu post en la lista de votados y me emocioné. Felicidades, broth. :)

Por cierto, ya había votado tu post y no te había comentado. Desde mi experiencia personal puedo decirte que tengo contacto con niños que con lo que cuestan sus celulares podría comprar más de ocho repuestos de caucho para mi carro, repararle el aire acondicionado y ponerle vidrios ahumados y todavía me queda para hacer un buen mercado; siempre les bromeo con eso. Pero lo cierto es que estos muchachos no saben de la realidad (la verdaderamente común al resto), los he visto botar comida por la que otro niño daría la vida, romper cosas y al otro día traerlas nuevas, es una locura. Yo también he reflexionado, como tú, en torno a este irónico paralelismo, o lo que tú llamas convergencia. De esto hay muchos ejemplos similares en el mundo; la realidad de nuestro país nos permite experimentarlo a diario. Basta alzar la mirada y lo tenemos en frente.

Gracias por tu reflexión y excelente trabajo.