Mis experiencias en la red

Serían los años 90 cuando tuvimos nuestra primera computadora, en ella podía jugar gran cantidad de juegos, escribir y con la impresora plasmar mis cuentos, pero faltaba algo y ese algo llegaría unos años después con el internet. A través de las redes fui descubriendo un mundo más allá de mi pantalla, me permitió cosas como comunicarme más rápidamente con mi familia en España y fui descubriendo que había otros Tornero por el mundo que no conocía.

Lo conté por aquí en una ocasión, quise saber si existía otra María Tornero por el mundo. Y la encontré en Argentina. Utilice las tarjetas de Yahoo para ello, envié muchas tarjetas haciendo la combinación de mi nombre y apellido a correos inventados y le indicaba a la tarjeta que me avisara si era abierta la tarjeta. Me comunique con ella identificándome, saludándola y explicándole lo que hacía. Ella estaba muerta de la risa por mi ocurrencia y me daba su saludo de vuelta de correo. Así fue localizando Torneros por el mundo México, Brasil, Argentina, Perú, Chile y otros países.

Conociendo mi historia la historia de los tornero y completando un árbol genealógico. Me alegra haber llegado a este mundo, a esta pantallita que me permite ver más allá de lo que sucede en estas cuatro paredes.

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Mi hijo más pequeño dio luces de su capacidad para el manejo de una computadora mientras yo intentaba jugar Monkey Island, logro en un movimiento de teclas mover el juego y pasar de isla en isla.

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Constantemente les recordaba a mis hijos, los peligros del internet de dar direcciones y otras indicaciones que se decían en las redes para proteger a los menores. Así que ellos se rieron de mi cuando había instalado una cámara y estaba hablando con el que se suponía era un Tornero en España, todo iba muy bien, me levante para servirme una taza de café y cuando regrese estaba exhibiendo sus genitales por la cámara, cerré aquella sección a la velocidad de la luz y no quise usar más la cámara con desconocidos, solo la usaba con parientes ya conocidos.
Si ríanse seguro nunca les paso a ustedes. Cuando le conté a mis hijos se reían de mí, con tanta precaución que les pedía y me pasa. Así que nadie está exento de que le pase una situación así, se lo dice la madre de las precavidas.

Cuando veo la capacidad de los actuales niños, para manejar los celulares y las computadoras con una facilidad increíble y no tienen miedo de meter el dedo en cualquiera de las teclas, siempre habrá una que retrocede todo lo hecho.

Leo los comentarios de personas que indican que les cuesta enseñarles a las personas mayores un simple “mueve el dedo sobre tu pantalla” veo una evolución rápida que si nosotros los viejitos no nos adaptamos nos quedaremos orinando fuera del perol.

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